El primer caso de fecundación "post mortem" se realizó en España hace 15 años. Lo realizaron en el IVI de Valencia. Se trataba de una viuda cuyo marido había fallecido en un accidente de tráfico. Este tipo de procesos son muy excepcionales por dos causas: la falta de consentimiento expreso y que las mujeres se echen atrás. En Estados Unidos, la gestación subrogada de un futuro padre ya fallecido es legal, eso sí, tiene que haberlo expresado formalmente y un juez supervisa todo el proceso.