El conservante natural que se mete en la lavadora para una ropa limpia y perfumada

Un truco que muchos desconocen, pero de gran efecto

P. O.

La lavadora, uno de los grandes inventos de todo los tiempos, es tu gran aliada a la hora de realizar las tareas de limpieza de casa y de lavar la ropa. Hacer la colada puede ser una tarea ardua y agotadora pero es indispensable para la familia.

La limpieza y desinfección de ropa y tejidos resulta de vital importancia para mantener la casa libre de bacterias. Para ello, la lavadora es nuestro mejor amigo y es que este electrodoméstico puede hacer más cosas de las que imaginamos para ahorrarnos tiempo y esfuerzo.

La lavadora es uno de los electrodomésticos más insidiosos porque, si no se tiene el cuidado adecuado, puede provocar problemas de salud bastante importantes. Además, también hay condiciones que garantizan los malos olores en el tambor, como el uso excesivo de detergentes o la acumulación de cal.

Adiós a los malos olores

Podrás decir adiós a los malos olores gracias al ácido cítrico y también aprenderás algunos consejos útiles que pueden ayudarte. Antes de hablar de este remedio natural utilizado y transmitido por las abuelas, es conveniente que sepas una cosa importante: realizar habitualmente las tareas domésticas es bueno para la salud. Poner esfuerzo y dedicación en las tareas cotidianas puede aliviar y prevenir estados de estrés mental y físico, y esta actividad se denomina específicamente Teoría de la Limpieza.

Este ingrediente natural le permitirá beneficiarse de una alternativa respetuosa con el medio ambiente, de modo que evitará utilizar litros de detergentes químicos perjudiciales para usted, su familia y todo el ecosistema. El ácido cítrico es un producto natural que tiene muchos beneficios y puede utilizarse en el hogar de diversas maneras.

Por ejemplo, como un válido limpiador multiusos, capaz de desincrustar, higienizar y realiza una función adicional como desincrustante natural. El procedimiento es realmente sencillo: basta con verter unas cucharadas de ácido cítrico en el cesto de la lavadora, añadiendo un vaso de vinagre de vino blanco y dos de agua desmineralizada.

Puedes repetir este proceso cada 1-2 meses, y te recomendamos verter una cucharada de ácido cítrico en el cesto del suavizante en cada lavado.