La pobreza, la otra cara del cáncer en Toro

La AECC de Toro afronta el aumento de peticiones de ayudas sociales de enfermos, que no pueden asumir el gasto farmacéutico o de alquiler

Voluntarias de la AECC, en una campaña informativa desarrollada en Toro sobre la enfermedad. | M. J. C.

Voluntarias de la AECC, en una campaña informativa desarrollada en Toro sobre la enfermedad. | M. J. C. / María Jesús Cachazo

El cáncer “empuja” a la pobreza a aquellos enfermos que no pueden trabajar, han perdido su empleo o cobran una pensión reducida con la que no pueden afrontar, entre otros, el gasto farmacéutico de su tratamiento. En alguna de las citadas situaciones se encuentran pacientes que, por su delicada situación económica, han tenido que recurrir a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de Toro que, en los dos últimos años, ha detectado un “notable incremento” de la petición de ayudas sociales.

Así lo ha reconocido la presidenta de la AECC de Toro, María Hernández, que achaca el aumento de las solicitudes de ayudas a la “emergencia social” asociada a la pandemia y a la situación de crisis económica, que han puesto contra las cuerdas a enfermos de cáncer para los que ciertos gastos se han convertido en inasumibles.

“Hemos notado que la gente llama más a la puerta de la AECC para obtener ayudas sociales”, apuntó Hernández, recursos que se destinan a sufragar gastos de alimentación y de farmacia, aunque también se emplean para pagar recibos de luz, agua o alquileres cuando, hasta hace apenas dos años, se solicitaban en “contadas ocasiones”.

Las personas que tienen que recurrir a la AECC atraviesan un momento complicado porque, por la enfermedad, no pueden trabajar o deben completar un proceso de recuperación, aunque en otros casos han perdido su puesto de trabajo y tienen que subsistir con lo que cobran por la prestación por desempleo. Otro colectivo que también “llama a la puerta” de la AECC es el de jubilados con limitadas pensiones, que deben afrontar un gasto “a mayores” del porcentaje que cubre la Seguridad Social por la medicación que precisan para su tratamiento contra el cáncer.

No obstante, Hernández reconoció que de todas las ayudas sociales que la AECC pone a disposición de los enfermos, las que mayor demanda tienen y que más han aumentado en Toro, son las relacionadas con el gasto de farmacia, alimentos y del pago de alquileres.

Por otra parte, la presidenta de la AECC de Toro destacó que la situación personal de los solicitantes de las ayudas es valorada por una trabajadora social de la entidad que determina si son “aptos” para recibirlas. Precisamente, ante el incremento de las peticiones, la AECC ha duplicado para 2023 el presupuesto destinado ayudas sociales a nivel provincial, que ha aumentado hasta los 30.000 euros.

Otras ayudas

De otro lado, Hernández recordó que la AECC también concede ayudas de transporte y alojamiento a personas que se tienen que desplazar a otras ciudades para acudir a consultas o recibir tratamientos. Del mismo modo, la entidad presta una especial atención a la asistencia psicológica a enfermos oncológicos y a sus familiares, al ser consciente de que precisan ayuda profesional para afrontar el tratamiento y el proceso de recuperación.

Precisó Hernández que “somos los grandes desconocidos”, en alusión a que todavía algunas personas creen que la AECC “se limita a organizar festivales y eventos” para recaudar fondos, cuando la realidad es que, en todo momento, está al lado de los enfermos y pendiente de si precisan ayuda para cubrir sus necesidades más básicas.

Otro de los objetivos de la AECC es la prevención de la enfermedad y, por este motivo, en Toro impartirá un nuevo curso de deshabituación tabáquica en el que ya pueden inscribirse las personas interesadas. Un médico y un psicólogo impartirán las sesiones del curso, que se pondrá en marcha para un mínimo de seis personas que quieran dejar el nocivo hábito de fumar.

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