El Ayuntamiento de Toro trasladará al Consejo Consultivo la resolución del contrato de adjudicación de las obras de renovación de la calle Santa Catalina de Roncesvalles, después de que la empresa elegida en el proceso de licitación no haya concluido los trabajos y haya solicitado una segunda ampliación del plazo de ejecución del proyecto. Así lo ha confirmado la concejala de Obras, Ruth Martín, quien, ante las quejas de los vecinos por la demora acumulada en la ejecución del proyecto, ha explicado las causas que han provocado el retraso.

Recordó Martín que las obras fueron adjudicadas en mayo de 2021 a una empresa gallega por un montante de 132.000 euros y, aunque el acta de replanteo detallaba que debían comenzar en septiembre, finalmente los trabajos arrancaron en enero de 2022. Un mes después, la empresa solicitó una ampliación del plazo de ejecución, porque el COVID provocó la baja de varios de sus empleados y por la escasez de materiales.

El Ayuntamiento autorizó la ampliación de plazo hasta junio de 2022 y, una vez concluido, la empresa había ejecutado la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento, pero restaban por realizar los trabajos de pavimentación de la calzada y la mejora de las aceras. El pasado mes de agosto, la empresa solicitó una segunda ampliación del plazo, “después de abandonar la obra sin previo aviso”, así como una modificación sustancial del contrato para incluir nuevas partidas.

Ante esta petición, el ingeniero municipal planteó la resolución del contrato y la empresa presentó alegaciones, en las que especifica que la guerra de Ucrania o el incremento de precios están detrás de la demora acumulada en la ejecución de las obras. La resolución del contrato implica que tanto el ingeniero como el secretario municipal tengan que emitir sendos informes que, junto con el expediente, serán elevados al Consejo Consultivo.

Una vez remitida toda la documentación, el Consejo Consultivo deberá decidir si acepta la resolución del contrato, lo que obligará al Ayuntamiento a convocar un nuevo proceso de licitación para ejecutar lo que resta del proyecto, la pavimentación y el acerado de la calle, cuyo coste ronda los 43.000 euros, o en caso contrario será necesario aplicar la modificación sustancial del contrato.

Subvención de la Junta

A la espera de conocer el dictamen, el Ayuntamiento solicitó en agosto a la Junta una ampliación del plazo para poder ejecutar las obras, que deberían estar concluidas antes del 31 de diciembre, con el objetivo de no perder una subvención que equivale al 75% del coste total del proyecto, mientras que el 25 % restante será sufragado con fondos municipales. Además, el Ayuntamiento valora la posibilidad de que, ante las quejas de los vecinos y para evitar más incidentes como caídas, los operarios del área de Obras extiendan una capa de cemento en los tramos de acometidas privativas que se mantienen en tierra y que no han sido pavimentados.

Por su parte, el alcalde, Tomás del Bien, reconoció que ante los “problemas” derivados de la ejecución del proyecto, el Ayuntamiento “es el primer perjudicado”, ya que “queremos terminar las obras y tiempo y forma, según marcan los contratos”. Además, aseguró que tanto el departamento jurídico como el de Obras trabajan en la actualidad para “solucionar el problema cuanto antes”, a la vez que lamentó las “molestias” que el retraso en la ejecución de las obras está ocasionando a los vecinos, pero, como reiteró, “no podemos hacer otra cosa que seguir el procedimiento administrativo”. Por último, reconoció que el objetivo que se marca el Ayuntamiento es que las obras proyectadas en Santa Catalina de Roncesvalles estén concluidas en el primer trimestre de 2023.