Trabajadores de la residencia Virgen del Canto de Toro han vuelto a reclamar a la Diputación la reclasificación de la plantilla, para adaptar las funciones de cada empleado a su categoría, aunque también insisten en la necesidad de cubrir bajas de larga duración para que no se resienta la atención directa a los usuarios del centro geriátrico.

“Queremos hechos, no palabras”, aseguran empleados de la residencia, que piden una “reordenación coherente” para garantizar el correcto funcionamiento de determinados departamentos, en los que las bajas o la reducida plantilla impiden desarrollar con garantías la labor encomendada.

En este sentido, los trabajadores reconocieron que la Diputación ha reforzado la plantilla con la contratación de auxiliares de enfermería para la atención de los usuarios “en planta”, mientras que en otros departamentos “falta personal”.

A modo de ejemplo, los trabajadores destacaron que, recientemente, el servicio de lavandería no ha podido funcionar porque dos empleados están de baja y otros dos se contagiaron de COVID, por lo que la ropa sucia tuvo que almacenarse en bolsas.

Además, en el departamento de cocina, otra baja de larga duración de un operario que se jubilará en breve tampoco ha sido cubierta, mientras que el proceso para crear otra plaza de cocinero está paralizado por la categoría que se pretende aplicar al puesto.

Ante esta situación, las cenas de los usuarios se tienen que dejar, en la mayoría de las ocasiones, preparadas por la tarde, con la consiguiente pérdida de propiedades de algunos alimentos o el riesgo de contaminación.

Del mismo modo, precisaron que algunos trabajadores tienen reconocida una reducción de tareas, pero ante la merma de la plantilla deben realizar la jornada laboral completa, lo que ha derivado en la interposición de demandas judiciales.

Asimismo, remarcaron que se han eliminado algunos servicios como el de office, cuyo trabajo tienen que asumir ahora los operarios del área de cocina, situación que también ha motivado denuncias ante los tribunales, pero cuyas sentencias “no acaba de acatar la Diputación”.

Reiteraron los empleados la necesidad de que la institución aplique una reclasificación de puestos de trabajo porque, a pesar de las últimas contrataciones, “el trabajo en una residencia no se limita al que realizan auxiliares de enfermería”.

Por último, los trabajadores esperan que la Diputación tenga en cuenta las reivindicaciones de parte de la plantilla para garantizar la mejor atención posible a los 42 usuarios con los que, en la actualidad, cuenta la residencia Virgen del Canto de Toro.