Azucarera inició el lunes la campaña remolachera en la zona norte con la apertura de la fábrica de Toro que, en la primera jornada de recepción, registró una entrada escalonada de camiones para depositar la raíz en el interior de sus instalaciones.

En principio, está previsto que la campaña en la factoría toresana se prolongue alrededor de 60 días, siempre y cuando las lluvias permitan el normal desarrollo del arranque del cultivo y su posterior entrega.

Durante la campaña, la industria mantiene el horario de recepción, por lo que los transportistas podrán entregar raíz desde las 7.00 hasta las 21.00 horas.

La fábrica de Toro tiene previsto molturar a lo largo de la nueva campaña 380.000 toneladas de remolacha líquida, de las que cerca de 80.000 serán trasladadas desde la zona de La Bañeza en León.

Para facilitar las entregas de la remolacha ya arrancada, la industria ha implementado el denominado “plan flexibilidad” que permite a los agricultores entregar su producción, sin coste alguno, en cualquier otra fábrica si precisan más tiempo par proceder a su extracción y, de esta manera, mejorar los rendimientos por hectárea.

Transportistas esperan su turno para entregar su carga de remolacha en el primer día de campaña M. J. C.

Los muestreos realizados a primeros de octubre reflejan que la polarización media de la remolacha supera los 16 grados, aunque la estimación es que siga aumentando durante el desarrollo de la campaña, mientras que la producción, según las primeras previsiones, rebasará de media las 110 toneladas por hectárea.

Durante la campaña que arrancó ayer, la fábrica de Toro contará con una plantilla de 170 empleados, de los que 58 son fijos discontinuos y 31 de nueva incorporación.

Por otra parte, para la nueva campaña en la zona norte, Azucarera ha decidido colaborar con los agricultores a los que prestará ayuda para cultivar de una forma “más fácil y cómoda”, objetivo que pretende alcanzar con una red integrada por 75 empresas de servicios agrícolas, todas ellas asentadas en el medio rural.