La Denominación de Origen Toro se prepara para una nueva campaña de vendimia que, este año, presenta dos cambios normativos importantes relacionados con los rendimientos máximos permitidos por hectárea y las dos variedades de uva, albillo real y moscatel de grano menudo, que se suman a las cuatro autorizadas para elaborar vinos amparados por el marchamo de calidad toresano.

El presidente del Consejo Regulador, Felipe Nalda, confirmó ayer que, en principio, el “grueso” de la campaña de recolección de uva comenzará, al igual que en años anteriores, a mediados de septiembre, aunque algunas bodegas iniciarán antes la recogida de uvas de variedades blancas o de pequeñas partidas de tinta muy seleccionadas.

En cuanto a la cosecha de uva, Nalda auguró una “buena campaña” que podría superar a la de 2020, cuando bodegas y viticultores recolectaron un total de 20,6 millones de kilos de las variedades de uva autorizadas.

En principio, el presidente del ente regulador prevé una campaña con una mayor producción porque, aunque algunas viñas “muy localizadas” sufrieron los efectos de las heladas tardías registradas en abril, los daños no fueron tan importantes como para provocar una merma relevante en la producción final de uva.

Además, aunque el observatorio de plagas y enfermedades agrícolas de Castilla y León ha activado una alerta para que los viticultores presten especial atención al viñedo por la afección de oídio, Nalda subrayó que, con toda probabilidad, no afectará a la cosecha final de uva.

En cuanto a las principales novedades de la próxima vendimia en la Denominación de Origen remarcó que los rendimientos máximos autorizados pasan de 6.000 a 7.500 kilos por hectárea para uvas de tinta de Toro, mientras que para el resto de variedades autorizadas, garnacha tinta, albillo real, malvasía, verdejo y moscatel de grano menudo, la producción permitida será de 9.000 kilos por hectárea.

No obstante, según detallan las normas aprobadas para la campaña del 2021, en el caso de las uvas procedentes de vendimia mecanizada habrá que aumentar el porcentaje de peso del raspón, que se estima en un 3%.

Sobre las dos nuevas variedades de uva que, este año, se incorporan al listado de las autorizadas para vinificación, Nalda recordó que la Denominación de Origen apostó por introducir dos tipos de uva “referentes” en la zona, a la vez que resaltó que el órgano vinícola ha logrado culminar el proceso para su introducción en el pliego de condiciones “en un tiempo récord”.

De esta manera, el Consejo Regulador autorizará en la próxima vendimia la recolección de albillo real y moscatel de grano menudo para elaborar vinos amparados por el marchamo de calidad, con el objetivo de que ambas variedades no se pierdan en la zona, uvas que podrán ser empleadas por las bodegas para producir vinos blancos y rosados.

Aunque ambas variedades se asocian a la tradición vitivinícola de Toro, para la próxima vendimia se han inscrito en el Consejo Regulador un total de 8,8 hectáreas de albillo real y 1,1 de moscatel, por lo que su incorporación al listado de autorizadas para elaborar vinos bajo el sello de calidad podría reactivar su plantación en la zona.

Por otra parte, las normas aprobadas para la vendimia de 2021 recuerdan a bodegas y viticultores que deben disponer de un sistema de autocontrol y trazabilidad para garantizar el cumplimiento del pliego de condiciones, en cuanto a la procedencia de la uva, variedades empleadas, rendimientos de producción y de extracción de mostos, estado sanitario o grado.

Las bodegas deberán comunicar por escrito al órgano vinícola la fecha de inicio de la vendimia, con una antelación mínima de 24 horas.