Los padres de un niño de 12 años han presentado una denuncia ante la Guardia Civil después de que el menor tuviera que ser ingresado en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora tras, presuntamente, ser drogado en Pinilla de Toro.

Los hechos, según constan en la denuncia, se remontan al pasado sábado cuando, en la plaza mayor del pueblo, se celebró una disco móvil, que contaba con la correspondiente autorización municipal, y el menor salió con un hermano y sus amigos a “disfrutar del ambiente”.

Durante la disco móvil el menor pidió un refresco de limón en el bar del municipio y, según la denuncia, dejó el vaso encima de una mesa dentro del local para ir al baño. Tras salir del aseo, el niño dio un trago al refresco y se percató de que tenía un sabor extraño, pero “no le dio más importancia” e ingirió el resto de la bebida.

El menor permaneció en la plaza mayor, acompañado por sus padres y su hermano, hasta aproximadamente la 1.15 horas y, posteriormente, se marchó y se dirigió a la vivienda de sus abuelos, que residen en Pinilla de Toro.

A los pocos minutos, el hijo mayor de los denunciantes comenzó a encontrarse mal, aunque tampoco era capaz de reconocer dónde se encontraba, no veía con claridad, hablaba con lentitud y “parecía un muñeco pesado”.

Ante los síntomas que presentaba, los padres decidieron trasladar al niño al centro de salud de Toro. Tras una primera exploración, los profesionales sanitarios derivaron al menor al Hospital Virgen de la Concha para que fuera sometido a un estudio más completo, al haber detectado indicios de una posible intoxicación.

Una ambulancia trasladó al niño al servicio de Urgencias del complejo asistencial de la capital, en el que le fueron practicadas varias pruebas, con el fin de intentar detectar “sustancias” en su organismo y concretar la causa de su estado de salud.

Finalmente, el niño tuvo que ser ingresado en la planta de pediatría, en la que permaneció desde el domingo hasta el martes, y al recibir el alta el médico que le atendió explicó a los padres que el cuadro de síntomas que presentaba, según la denuncia, “correspondía claramente a la ingesta de una droga, posiblemente burundanga”, aunque en el informe no aparece el resultado positivo de la citada sustancia porque “se elimina muy rápido del organismo y no deja rastro”.

Ahora será necesario esperar a que la investigación de la Guardia Civil sirva para esclarecer unos hechos que el menor no es capaz de recordar, por el efecto de ingestión involuntaria de una sustancia, que podría ser burundanga aunque no se descartan otras drogas.

Aunque el niño reside con sus padres y un hermano en Madrid, la familia visita con regularidad Pinilla de Toro, localidad con la que mantiene una estrecha vinculación.

Tras el incidente, que pudo tener graves consecuencias para la salud del menor, sus padres han realizado un llamamiento a otros progenitores a los que piden que estén “pendientes” de sus hijos, con el fin de evitar situaciones como la vivida en su caso, ya que drogar presuntamente a una persona con burundanga u otras sustancias puede esconder otros objetivos como el robo o el abuso sexual.