El mercadillo semanal de los sábados regresó a la localidad cermeña hace apenas tres semanas y se está adaptando a la denominada "nueva normalidad". No obstante, las ventas de estos puestos han descendido de manera notable respecto a las semanas anteriores a la declaración de la pandemia.

El mercadillo cuenta ahora con un aforo controlado y limitado que reduce no solo el número de personas que quieran asistir, sino también el número de puestos en el recorrido. Además, el mercadillo cuenta con un único acceso de entrada ubicado en la calle Las Bolas y una única salida por la calle Monjas de San Juan. De este modo, ya no solo se respeta la distancia de seguridad, sino que también se evita que sucedan aglomeraciones.

El aforo es de 150 personas y está controlado por supervisores, que llevan la cuenta de los asistentes que entran y salen del recorrido. "Es mucho mejor así. Además, te permite andar con más espacio y distancia entre nosotros", declara un cliente.

Entre las medidas establecidas por el Ministerio de Sanidad, destacan el uso obligatorio de la mascarilla dentro del recinto, así como el uso de geles desinfectantes que los feriantes han colocado en sus puestos. "Por lo general, la gente está cumpliendo las medidas y no está habiendo ningún problema", asegura un feriante. Además, los baños del Mercado de Abastos se encuentran cerrados al público y solo se permite la entrada a los feriantes.

En cuanto a los establecimientos, se ha establecido una rotación para que todos los feriantes habituales de este mercadillo puedan aprovechar para vender sus productos. De tal manera que, la mitad de los puestos se instalan una semana y la otra mitad, la siguiente semana. "Nosotros lo vemos como una gran idea ya que permite que todos podamos vender a pesar de la pandemia que estamos viviendo", asegura una familia feriante.

No obstante, las ventas han descendido de manera muy notable debido a la pandemia del coronavirus. Así lo declara un vendedor habitual en este mercadillo: "La gente sigue teniendo miedo. Esto hace que vengan menos personas a comprar y, por lo tanto, las ventas han bajado respecto a otros meses". En tres semanas de mercadillo se ha producido un descenso de las ventas para estos comerciantes, que durante todo el confinamiento han estado cerrados y ahora ven como los productos se venden en menor medida.

Con el objetivo de reavivar este mercadillo semanal, el Ayuntamiento de Toro ha ofrecido a aquellos comerciantes de determinados productos de alimentación la posibilidad de ocupar los puestos vacíos del mercado de abastos durante la mañana del sábado, fecha en la que se celebra este mercadillo. El recinto cuenta con varios locales cerrados y es una gran manera de que estos comerciantes puedan recuperar sus pérdidas y revitalizar así el mercadillo de los sábados.