Ser actriz. Escribir novelas. Crear obras de teatro. Este es el sueño de Diana Medina de la Torre una joven que ha comenzó clases de interpretación en Madrid hace dos años para que sus deseos se hagan realidad. Medina acaba de terminar tercero y va a pasar al último año. Ese último curso que le queda para, finalmente, hacer lo que más desea en el mundo: interpretar. "Desde que me levanto tengo en mente el personaje con el que esté en ese momento, es lo primero que pienso al despertarme. Al igual que cuando me acuesto. La interpretación es mi vida", manifiesta, entusiasmada, Medina.

La joven toresana afirma que llevaba muchos años pensando en ir a la capital a comenzar con las clases de interpretación, pero, "no es nada fácil sin recursos Tienes que tener un trabajo estable y dinero.", afirma. "Estuve ahorrando años y hace dos es cuando me dije que ahora es cuando quiero hacerlo", explica la joven escritora.

La pasión por el teatro y por ser actriz le viene desde que con 19 años vio la obra "Tito Andronico" en el Teatro Latorre. Medina estaba estudiando en ese momento administrativo y decidió acudir a ver esa obra. Cuando salió de la función en su mente algo había cambiado, "algo se despertó". "Quería ser hasta el árbol que estaba en escena" cuenta, como anécdota, la joven. Desde ese momento tuvo claro lo que quería hacer, a lo que quería dedicarse, y, aunque en esa época no pudo comenzar sus estudios de arte dramático comenzó a hacer teatro para iniciarse en este "mundillo".

Medina enuncia que cuando está en escena siente adrenalina a la vez que calma, "un torbellino de sensaciones", según define la futura actriz. Además, destaca que, aunque ha creado varias obras, le gusta más actuar, ya que, siendo actriz también se tiene que crear y tener propuestas. "Me encanta crear. Tengo mucha imaginación así que eso me ayuda a no pensar lo que escribo, sale solo", explica la joven. Aunque, también destaca que cuando tiene que adaptar un guión de una obra ya escrita es complicado. "En la Dama de las Almenas tuve que traducir toda la obra que está en castellano antiguo y fue complicado, ya que, tuve que micro adaptarla y hace un guión para que solamente tres actores hicieran a todos los personajes", concluye Medina.

De todas las obras que ha interpretado la joven promesa toresana destacaría "Juana la Loca" y "Antona García, heroína de Toro". "Esta última fue un reto personal para mi dada la dificultad que lleva desde hacer el guión con toda la documentación e investigación que llevaba a cabo, hasta dirigir a 30 personas en la calle. Fue una dulce locura", recuerda. Aunque, también destaca la obra: "El guardián que disparó a Lennon", ya que fue muy duro para ella ponerse en la piel de una prostituta de 50 años y cambiar a 20. Medina también destaca la última de las interpretaciones que ha habido en Toro, "Medea", y asegura que "le ha tocado mucho". La joven con esta obra ha sentido muchas emociones. "Las tienes que llevar al extremo. A nivel físico, mental y emocional. Sin duda ha sido el más difícil", revela.

La futura actriz también ha escrito varios libros, y, a pesar de estar centranda en el teatro en estos momentos sí que tiene en mente escribir alguno más. "Uno de mis sueños es tener una repisa de libros míos y leerlos a mis nietos cuando sea anciana", narra.

La joven promesa toresana se ve en el futuro haciendo lo que más le gusta: actuar y escribir, aunque, infiere que también disfruta dirigiendo. Todavía le queda mucho por hacer, por aprender y por crear. Tiene en mente muchos proyectos que todavía, con trabajo y esfuerzo podrá conseguir. Esa sensación de adrenalina a la vez de calma, de torbellino de sensaciones que siente cuando está en escena durará muchos años más. La interpretación es su vida y lo demostrará con sus futuras creaciones.

Medina además destaca que todos los lugares donde ha actuado han sido especiales, pero, "como el Teatro Latorre ninguno", manifiesta la joven. "Como en casa en ningún sitio".