Dicen los gurús económicos que las futuras guerras no se librarán por petróleo, oro o coltán, sino por el agua. El crecimiento de la población y el avance del cambio climático convertirán al agua en un bien más preciado que los hidrocarburos o los metales preciosos, quien controle el agua controlará el mundo. Alejados de esta retórica megalómana, pero sin duda en guerra por el agua, se encuentran las comunidades de regantes no modernizadas, principales damnificadas por las cuotas instauradas por Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) desde la campaña de 2017 como consecuencia de la intensa sequía vivida durante ese año.

Una de los canales más perjudicados por la nueva política de repartos de CHD es el canal de San José, reunido ayer en asamblea general para intentar consensuar una nueva estrategia de riego que les permita aprovechar más el agua mientras se llevan a cabo las obras de modernización -aprobada el pasado mes de julio tras 10 años de votaciones-.

La mesa directiva llevó a la asamblea una terna de propuestas elaboradas por el sindicato de riego e incluso algunos agricultores añadieron otras medidas durante el desarrollo de la sesión; no obstante, tras una larga discusión los regantes decidieron desechar las iniciativas por considerarlas "ineficientes" a la hora de solventar la problemática que hay sobre la mesa: "6.000 metros cúbicos no dan para sacar adelante cultivos de verano".

Fue entonces cuando surgió la opción de solicitar más agua a las administraciones públicas, propuesta que se saldó con una mayoría de votos a favor cercana al 80% de los allí presentes. Sabedores de que la política de CHD es inamovible, los agricultores han dado el mandato de la junta directiva, encabezada por el presidente Antonio Roldán, para que comience la ronda de contactos con las diferentes instituciones con competencia sobre la cuestión: Subdelegación del Gobierno, Consejería de Agricultura y Ministerio de Agricultura

La iniciativa es harta complicada, ya que las comunidades que han intentado algo parecido han obtenido el "no" de las administraciones por respuesta. El canal de San José arguye que la concesión de esta prerrogativa solo se extendería durante los años en los que se llevan a cabo las obras de modernización y que la solicitud de la misma solo se efectuaría durante las campañas en la que los embalses presenten buen estado.

Si finalmente las administraciones se adhieren a la política de Confederación -cualquier otra decisión sería toda una sorpresa- los regantes lo tienen claro: "iremos a la movilización". Y es que dentro de las votaciones acordadas durante la jornada de ayer este fue uno de los puntos claves. La comunidad impetrará una mayor cantidad de agua, pero en el caso de ser rechazada su petición los agricultores saldrán a la calle para "salvaguardar" su futuro.

Más cauto se muestra el presidente del canal, Antonio Roldán, que afirma que "lo importante ahora es ir paso a paso, presentando a las administraciones nuestras propuestas". Asimismo, el presidente del San José afirma que "aunque la asamblea es soberana", le hubiera gustado que la decisión hubiera sido tomada por "al menos 800 agricultores" -la comunidad cuenta con alrededor de 1.200 cultivadores- "y no solo por 150". En esta línea, Roldán aseveró que las respuestas de las entidades públicas será trasladadas a través de asambleas informativas a los regantes.

La tranquilidad mostrada por Roldán no es compartida por una parte de la comunidad, la cual pide celeridad en las reuniones para poder realizar las previsiones de cultivo con tiempo y no encontrarse en la situación de los últimos años, en la que los regantes se veían obligados a apostar por los cultivos de verano sin conocer las cuotas de CHD o ir sobre seguro (pero con menor margen de beneficios) con los cereales.

El canal de San José espera que , si finalmente no son escuchadas sus reclamaciones, el resto de comunidades de la zona que siguen regando por inundación se adhieran a sus movilizaciones.