La percepción general de los hosteleros toresanos que han participado en la tercera edición de la ruta "Toro se va de tapas" es que, este año, han recibido un mayor número de clientes que en la edición de 2014.

Un total de 22 establecimientos se han animado a formar parte este año del festival, que ya es una ruta gastronómica consolidada en la ciudad. La participación hostelera ha bajado con respecto a 2014, en que 30 bares se sumaron a la iniciativa, ocho más que durante la edición que se cerró ayer.

Este hecho es el motivo de que, según la propietaria del mesón Zamora, Eva Orejudo, la afluencia de clientes haya sido mayor este año, sobre todo, en los bares de la Plaza Mayor, donde este año han faltado varios históricos de esta cita.

Orejudo reconoce también que, con esta iniciativa, "la gente sale mucho más a la calle y viene gente que normalmente no visita el bar", sobre todo, personas jóvenes. La hostelera reconoce que aún no han hecho un recuento de las tapas que han vendido durante esta edición, pero han sido "bastantes más" que el año pasado.

Por su parte, Nicolás de Córdoba, copropietario del bar La esquina de Colás, reconoce haber recibido un número de clientes "parecido al de otros años. La gente responde bien", explica. Además, De Córdoba afirma haber recibido la visita de muchos turistas gracias a "la buena publicidad" que constituyen los carteles del festival gastronómico. La esquina de Colás ha despachado durante esta ruta cerca de 2.000 tapas.

Otro de los establecimientos del entorno de la Plaza Mayor, que el pasado año no participó, pero este año sí lo ha hecho es el bar Noche y día II, donde han vendido cerca de 1.500 tapas. Su propietario, Alberto Sánchez, hace un balance "positivo" de esta edición, si bien, achaca al tiempo lluvioso la afluencia de clientes algo más escasa que vivió durante el primer fin de semana del festival.

"Mejor que el año pasado" es la valoración de la ruta gastronómica que hace Faustino Noales, propietario del bar San Francisco, quien atribuye a la iniciativa hostelera de este año un "gran éxito", aunque asegura que no puede concretar la cifra de pinchos que ha vendido.

Noales coincide con sus compañeros hosteleros en que la afluencia de visitantes es mayor durante el viernes, sábado y domingo y escasa durante el resto de la semana. Un dato ante el que algunos hosteleros reclaman que, en ediciones próximas, se establezcan tres fines de semana para despachar las tapas y no se celebre la feria de lunes a jueves.

Para la organización CEOE, impulsora del evento gastronómico, es una "alegría que haya movimiento" de gente que se desplace a probar las tapas, según reconoce una de sus responsables, María Sevillano.

Entre los días 12 y 21 de junio se ha celebrado esta tercera edición que deja un buen sabor de boca tanto para los paladares de los clientes como para la satisfacción personal de los hosteleros que han formado parte de "Toro se va de tapas".