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Carnaval 2015

El entierro de la sardina despide el carnaval en Toro

Los toresanos despiden a Don Carnal con la tradicional incineración y el reparto de pescado

El entierro de la sardina despide el carnaval en ToroM. J. C.

Tras cinco intensos días de fiesta, los toresanos despidieron ayer el carnaval con el tradicional entierro de la sardina en el que, a pesar de las lágrimas y sollozos de las plañideras, no faltaron la alegría y el buen humor. El grupo Rurro Teatro fue el encargado de organizar el peculiar desfile que parodia un cortejo fúnebre. Numerosos toresanos esperaron, a lo largo del recorrido, el paso del cortejo en el que las plañideras, de riguroso luto, escenificaron a la perfección la tristeza de la ciudad por despedir a Don Carnal y por poner fin a unas fiestas entrañables y que los toresanos viven intensamente.

Una pequeña sardina que fue portada a hombros por cuatro niños encabezó el desfile y, como en ediciones anteriores, una carroza transportó a una gran sardina de vistosos colores y al falso Obispo que, durante el recorrido, se dedicó a bendecir al público. Los integrantes del cortejo fúnebre realizaron durante el desfile las tradicionales paradas para recuperar fuerzas a base de los alimentos y la bebida que ofrecieron las murgas. Ya en la Plaza Mayor, numerosas personas aguardaron la incineración de las dos sardinas que protagonizaron el desfile y que fueron colocadas sobre un soporte de madera en La Glorieta para, como manda la tradición, ser incineradas.

Antes de prender la llama, el pregonero, Mario González animó a los toresanos a empezar, desde hoy, a preparar las fiestas del próximo año para que el carnaval de Toro siga siendo inigualable. Con la mirada perdida e iluminados por el fuego, los toresanos recordaron durante la incineración de las sardinas los inolvidables momentos vividos durante el carnaval en compañía de familiares y amigos. Una vez que las llamas consumieron la última chispa festiva, se procedió a la celebración de la popular sardinada para consolar a los apenados vecinos en la que se repartieron 130 kilos de sardinas, regados con vinos de Covitoro.

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