«La administración de vino tinto Volvoreta (bodega Nuntia Vini, de la D.O. Toro) a animales de laboratorio, en la bebida, previene la aparición de tumores inducidos químicamente. La administración de un concentrado de dicho vino a animales con cáncer repercute en un menor crecimiento del tumor, es decir tiene carácter paliativo». Estas son las dos grandes conclusiones de la primera fase del estudio que realiza la Universidad de Barcelona dirigido por el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Josep M. Argilés. La investigación pionera se enmarca dentro del proyecto "Importancia del consumo moderado de vino en la prevención del desgaste muscular asociado al cáncer", financiado por el programa nacional de alimentación, acción estratégica: mejora de la calidad y competitividad de los vinos.

La investigación de la Cátedra de Bioquímica de la Universidad de Barcelona, que aún está en su primera fase, se centra en el papel de determinados componentes presentes en el vino y su posible papel en los mecanismos bioquímicos asociados a la pérdida de masa muscular que afecta a los pacientes con cáncer. También se investiga si los mismos compuestos son capaces de frenar la pérdida de peso asociada al envejecimiento. De los resultados obtenidos dependerá si los científicos recomiendan o no el consumo moderado de vino con la finalidad de prevenir las patologías oncológicas.

El profesor Josep M. Argilés se dirigió hace un año a los responsables de la bodega Nuntia Vini, María y Antonio Alfonso, que tienen sus viñedos y la cava en Sanzoles, presentándoles el proyecto y pidiéndoles colaboración, en esencia una representativa muestra de sus vinos tintos ecológicos, con la intención de evaluar «los niveles de resveratrol y demás componentes beneficiosos en el vino así como la observación de su potencial profiláctico».

Los primeros resultados del estudio, en el que también se han utilizado otros vinos además del Volvoreta de la D.O. Toro, aunque, al parecer, ninguno contiene tantas sustancias saludables, son muy positivos y esperanzadores.

En el informe redactado por Josep M. Argilés se apunta que la administración de vino tinto Volvoreta a animales de laboratorio con tumores inducidos químicamente actúa sobre las células enfermas, provocando la muerte de éstas, a través del proceso denominado apoptosis. Cuando una célula muere por apoptosis, «empaqueta su contenido», lo que evita que se produzca la respuesta inflamatoria característica de la muerte accidental o necrosis. En lugar de hincharse y reventar -y, como consecuencia, derramar su contenido, posiblemente dañino, hacia el espacio intercelular-, las células en proceso de apoptosis y sus núcleos se encogen, y, con frecuencia se fragmentan. De esta manera, pueden ser fagocitadas y sus componentes reutilizados por células de tejido adyacente.

La bodega Nuntia Vini, con sede en Sanzoles, cuenta también con resultados de otros laboratorios que avalan el alto contenido de sus vinos en compuestos fenólicos. En uno de los informes se asegura que «en general se observa que en el vino Volvoreta 2007, destacan los contenidos en los derivados de los ácidos fenólicos (hidroxibenzoicos e hidro xicinámicos), de estilbenos y flavanoles monómeros, siendo especialmente importante el contenido en t-resveratrol (4,5 mg/l). Por otro lado, el vino Volvoreta de 2005 presentó el contenido más alto en derivados de flavonoles, como miricetina, quercetina y sus derivados».

Hay compuestos fenólicos que disminuyen su concentración durante el envejecimiento. Son varios los factores que pueden afectar a la concentración de los compuestos fenólicos de los vinos como la variedad de uva, la añada y la edad entre otros. Al parecer, también depende de la forma de elaboración del vino. La fermentación de la uva con el orujo ayuda a conservar mejor estos compuestos.

Según varios estudios, los estilbenos, flavanoles y flavonoles son los compuestos fenólicos del vinos que tienen mayor poder antioxidante y por tanto podrían tener un efecto positivo sobre enfermedades cardiovasculares, degenerativas y cancerígenas. De ellos, los más estudiados hasta el momento, han sido el transresveratrol, la catequina, la epicatequina y la quercetina, aunque probablemente no son los únicos implicados en estos efectos beneficiosos.

El catedrático José María Argilés y un grupo cada vez más amplio de científicos (oncólogos y nutricionistas) trabaja con la hipótesis de que una nutrición adecuada puede colaborar en la terapia curativa del cáncer, interactuando con los mecanismos de la quimioterapia. Destaca el posible papel del ácido eicosapentanoico (EPA), que «podría reducir la resistencia a fármacos, por cambios en la fluidez de la membrana de la célula tumoral».

El resveratrol del vino es una de las sustancias más analizadas por su poder antioxidante. No obstante, para ser efectivo habría que tomar grandes cantidades, circunstancia que no es posible por los efectos negativos del alcohol tomado en exceso. De ahí la importancia de que un vino concentre grandes cantidades de este antioxidante.

María Alfonso resalta la importancia de su «exclusivo método» de cultivo del viñedo que consigue un mayor desarrollo de las sustancias beneficiosas, y también de su forma de elaboración, también ecológica, que hace que se mantengan «intactas sus beneficiosas propiedades curativas».

Nuntia Vini acumula numerosos premios. Entre ellos el de mejor vino ecológico de España concedido en Córdoba. También la de mejor explotación ecológica de Castilla y León. El propio Robert Parker le ha dado a su tinto Volvoreta Probus de 2005 una puntuación de 91 puntos.