Incendios

Un enfermo de ELA sobrevive al incendio de su silla eléctrica en Zaragoza

El suceso ocurrió mientras dormía y el hombre fue rescatado por su cuidador, ya que empezó a perder el conocimiento por el humo

Estado en el que quedó la silla tras el incendio.

Estado en el que quedó la silla tras el incendio. / EL PERIÓDICO

Ana Lahoz

Un enfermo de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), que es vecino de Zaragoza, ha sobrevivido al incendio de su silla de ruedas mientras dormía. Al parecer y según cuentan al diario El Periódico de Aragón, de Prensa Ibérica, los familiares del hombre, la batería de la silla eléctrica «explotó de repente», generando un fuego que calcinó por completo el aparato, que estaba situado muy próximo a la cama.

El hombre, diagnosticado de ELA desde hace seis años, no podía moverse porque su dependencia es del 100% y fue su cuidador, alertado por la fuerte humareda que empezó a recorrer la casa, quien socorrió al enfermo sacándolo rápidamente en brazos del cuarto. «Nos ha contado que empezó a notar que perdía el conocimiento porque el humo era muy tóxico y lo primero que hizo fue ir a por mi padre. Intentó apagar el fuego, pero no lo logró, así que lo cogió y salieron. Si él no se da cuenta, se habrían quedado ahí. Hubiera sido una desgracia», lamentaba ayer a este diario la hija.

El suceso tuvo lugar pasada la medianoche del domingo en una vivienda de Vía Hispanidad, donde reside este enfermo de ELA. Hasta allí acudieron los bomberos de Zaragoza para extinguir el fuego tras la alerta que dieron los vecinos y, afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales. Ni este hombre ni su cuidador requirieron de asistencia médica, pero eso sí: ya no pudieron volver a la vivienda, que quedó «totalmente negra» por el humo.

"El cuidador intentó apagar el fuego, pero no lo logró, así que cogió a mi padre en brazos y salieron. Si él no se da cuenta, se habrían quedado ahí. Hubiera sido una desgracia", declara a este diario la hija del enfermo

Por el momento, no pueden acceder al piso, que deberá ser limpiado a conciencia tras este incendio que tiñó todas las paredes, incluso la negrura llegó hasta la puerta de entrada del rellano. La vivienda está adaptada para las necesidades de este zaragozano que, además de depender de una silla de ruedas, tenía una cama y un sofá articulados para poder mover su cuerpo.

La negrura del humo llegó hasta la puerta de acceso a la vivienda.

La negrura del humo llegó hasta la puerta de acceso a la vivienda. / EL PERIÓDICO

«Me llamó a las 3.00 de la mañana para contarme todo, para decirme que estaba bien, y el susto ya se me ha pasado un poco», decía la hija. «Hemos conseguido prestada una silla de ruedas por mediación de unos amigos y, aunque no es como la que tenía, puede pasar así unos días. De todos modos, hoy (por ayer) todavía no han pasado los peritos y, según lo que se prolongue esta situación, estamos pensando en llevarle a una residencia adaptada. Dependerá de los tiempos», añadía la joven.

Trato "frío" desde la ortopedia donde compró la silla

Fue en 2019 cuando este enfermo compró la silla eléctrica en una ortopedia de Zaragoza «recomendada» desde la Asociación Aragonesa de Esclerosis Lateral Amiotrófica (Araela). Según ha contado él a su familia, la batería «estalló de repente», por lo que algún allegado, el lunes, se puso en contacto con el establecimiento para explicarles la situación y, del mismo modo, pedir algún aparato de sustitución.

Otra imagen de cómo quedó la silla de ruedas.

Otra imagen de cómo quedó la silla de ruedas. / EL PERIÓDICO

De inicio, según cuentan, se les dijo que este enfermo no era cliente, algo que corrigieron después al comprobar la factura. El trato «en todo momento fue muy frío» porque les remitieron a enviar un correo electrónico en el que explicaran la situación, dieran la referencia de la silla y aportaran el parte de bomberos (que cuesta 32 euros). Todo esto ha indignado a la familia.

«La ortopedia ahora nos cede una silla, pero mediante un alquiler, con una fianza de 450 euros por adelantado y nos la dejan por 4,50 euros al día. Me parece increíble después de lo que podría haber pasado. Esperábamos un trato más humano", dice la hija

En todo caso, desde la tienda ayer se pusieron en contacto con la familia para facilitarles una silla eléctrica similar, pero «pagándola de nuestro bolsillo», explicó la hija. «Nos la ceden mediante un alquiler, con una fianza de 450 euros por adelantado, y nos la dejan por 4,50 euros al día. Me parece increíble después de lo que podría haber pasado. Esperábamos un trato más humano por parte de la ortopedia», señaló la hija.

El humo tiñó de negro prácticamente toda la casa, adaptada para este enfermo de ELA.

El humo tiñó de negro prácticamente toda la casa, adaptada para este enfermo de ELA. / EL PERIÓDICO

Confían en que el seguro de la casa haga los trámites pertinentes y pronto se depuren responsabilidades, pero si la situación no se resuelve la familia de este zaragozano no descarta tomar medidas legales. «¿Cómo puede ser que una silla de ruedas se incendie? No es normal. ¿Y qué hace mi padre ahora?», se preguntaba la hija de este enfermo de ELA.