Al menos 39 personas han muerto en lo que va de año en España como consecuencia de accidentes en los que se ha visto involucrado un tren.

La mayoría de las víctimas, 36 en total, perecieron a causa de los atropellos sufridos mientras cruzaban las vías, bien a pie o a bordo de un automóvil, mientras que tan sólo dos de las personas fallecidas iban dentro de un tren.

La pasajera del convoy fallecida hoy en el accidente registrado en Carmonita (Badajoz), en el que también hubo que lamentar otra víctima que viajaba en un camión, es la primera viajera fallecida en lo que va de 2010.

El siniestro más grave registrado en lo que va de año tuvo lugar sin embargo el pasado 24 de junio cuando doce personas, once de ellas inmigrantes latinoamericanos, murieron y catorce resultaron heridas al ser arrolladas por un tren en la estación de Castelldefels (Barcelona), cuando descendían de otro para participar en la verbena de la Noche de San Juan que tenía lugar en la playa.

El pasado 26 de marzo murió igualmente un maquinista al embestir un tren de mercancías a otro parado en las inmediaciones de la estación de Arévalo, en la provincia de Ávila.

No fue sin embargo, el único trabajador muerto en 2010. El 5 de marzo, apenas unos días antes del siniestro anterior, un hombre de unos 50 años murió arrollado por un tren cuando realizaba trabajos de mantenimiento de la vía en la estación ferroviaria de la localidad palentina de Dueñas.

Once pasajeros resultaron igualmente heridos, uno de ellos de gravedad, el pasado 19 de mayo, al descarrilar un tren a unos 500 metros de la estación de Sineu, en Mallorca, a causa del desprendimiento de un muro sobre la vía.