Encuentro en Madrid

Pilar Alegría se reúne con las comunidades para debatir la prohibición del móvil en las aulas

El encuentro tiene por objetivo intercambiar puntos de vista y consensuar posturas

Jóvenes mirando sus teléfonos móviles.

Jóvenes mirando sus teléfonos móviles. / David Castro

Olga Pereda

La ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, se reunirá mañana con los responsables de las consejerías de Educación para intercambiar puntos de vista respecto a las normativas que regularán el uso del móvil en las aulas. El objetivo del encuentro no es dar luz verde a una norma específica sino "consensuar posturas". No es previsible que haya enfrentamiento, como sí ocurre en otros ámbitos educativos, porque las autonomías -que ostentan las competencias educativas- ya han ido aprobando documentos que van, más o menos, en sintonía con las directrices del ministerio.

La postura del departamento que dirige Alegría recoge la recomendación del Consejo Escolar del Estado, organismo que reúne a toda la comunidad educativa, desde los profesores hasta las familias. Aprobado por unanimidad, el texto recomienda que el alumnado de infantil (3 a 6 años) y primaria (6 a 12 años) no lleven el móvil al colegio salvo contadas excepciones que tengan que ver con la salud o con la necesidad de que el alumno deba estar controlado por algún motivo. En secundaria (12 a 16 años), los estudiantes sí que podrán llevar sus teléfonos, pero estos deberán estar apagados. Solo se activarán cuando los docentes lo consideren oportuno como parte del proyecto educativo. La norma afectará no solo a las aulas, sino a todo el horario lectivo, que incluye patio y comedor. En bachillerato y el resto de formación no obligatoria como la Formación Profesional, el uso del 'smartphone' se hará bajo el criterio de los docentes.

Cataluña

Las recomendaciones del Gobierno son prácticamente idénticas a las que hoy ha aprobado el Consell Executiu, que ha dado el visto bueno a un extenso y pormenorizado documento en el que insta a que en la escuela pública y concertada de Cataluña ningún alumno de infantil (0 a 3 años) y primaria (6 a 12 años) use su móvil personal. Los de ESO (12 a 16 años) estarán autorizados para llevarlo, pero no podrán utilizarlo en clase. Hacerlo estará “totalmente prohibido”. El veto se extenderá al patio, al comedor y a las actividades extraescolares que se imparten en el centro. Los estudiantes catalanes solo encenderán sus dispositivos cuando así lo requiera una actividad educativa concreta. En todo caso, para ese objetivo, siempre tendrán prioridad las tabletas y los ordenadores antes que los teléfonos.

Las comunidades

Castilla-La Macha (que fue pionera, en 2014), Galicia (2015) y Madrid (2020) fueron las primeras autonomías en regular la prohibición del uso de los móviles en el horario lectivo. Después se sumaron Andalucía, Asturias, Baleares y Murcia. A ello ha contribuido la presión social y el encendido debate que han organizado, en las redes y en las calles, el movimiento de familias Adolescencia sin móvil, nacido con el objetivo de retrasar lo máximo posible la edad de entrega del primer móvil a los chicos y chicas. Según un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela, las familias entregan a sus hijos e hijas un teléfono propio a los 10,9 años, antes de terminar la educación primaria.

El resto de autonomías se han sumado a la regulaciones. Euskadi, que hasta ahora había mostrado su negativa a elaborar una normativa propia, anunció hace semanas que todos los centros deberán tener regulado el uso de los 'smartphones'.

Otros países

A nivel internacional, muchos países también disponen de normativas para restringir el uso de los teléfonos por parte de los estudiantes. Italia fue el primer país que lo hizo, en 2007. La normativa de Francia es muy similar a la aprobada en Cataluña. Mientras, Irlanda y Luxemburgo han concedido libertad total a los centros para decidir qué hacer con los móviles, algo que también aprobó Inglaterra, aunque después detalló que si los centros no regulaban lo haría el gobierno.