MALESTAR EMOCIONAL EN MENORES

Más de la mitad de los trastornos mentales se manifiestan antes de los 18 años

El Defensor del Pueblo andaluz y la organización Save The Children organizan en Sevilla la jornada 'La salud mental de la infancia y la adolescencia en Andalucía'

Un niño usa el teléfono móvil y una tablet.

Un niño usa el teléfono móvil y una tablet. / Eduardo Parra / EP

Nieves Salinas

Es una realidad. La salud mental de niños y adolescentes es cada vez más precaria en España. Desde antes de la pandemia, los ingresos de adolescentes se han duplicado en hospitales como el Virgen Macarena de Sevilla. El perfil de esos ingresos responde a adolescentes mujeres con intentos autolíticos, según ha explicado Lucía Balado, psiquiatra infanto juvenil del centro sevillano que, además, ha señalado que la edad media de inicio de esos trastornos está en los 14,5 años. Otro dato crudísimo: el suicidio es la primera causa de muerte entre adolescentes, casi triplicando las muertes vinculadas a accidentes de tráfico y multiplicando por 14 los homicidios.

Balado, profesora asociada de la Universidad de Sevilla, ha sido una de las ponentes en la jornada 'La salud mental de la infancia y la adolescencia en Andalucía' que han organizado el Defensor del Pueblo andaluz y la organización Save The Children y a la que ha acudido El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica.. Un encuentro en el que diferentes expertos han subrayado cómo los problemas de salud mental durante la adolescencia suelen ser precursores de varios comportamientos de alto riesgo: conductas autolesivas, consumo de tabaco, de alcohol y de otras sustancias, los comportamientos sexuales de riesgo y la exposición a la violencia, cuyos efectos persisten y acarrean graves consecuencias durante toda la vida.

La jornada ha sido inaugurada por Andrés Conde, director de Save the Children; Jesús Maeztu, Defensor de la Infancia y Adolescencia de Andalucía; Javier Vázquez, Secretario General de Humanización, Planificación, Atención Sanitaria y Consumo de la Consejería de Salud y Consumo y Francisco Mora, Director General de Infancia, adolescencia y juventud de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.

El malestar emocional

Los diferentes ponentes han expuesto -desde diversos prismas como al asociativo o el educacional- los factores que influyen en ese malestar emocional que aqueja a los más jóvenes, una realidad incontestable. La pobreza, la soledad no deseada -que también azota a los menores-, la falta de redes de apoyo de muchos menores (como los migrantes), el ciberacoso...

No todo es enfermedad mental, ha aclarado José Antonio Luengo, decano del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. El experto también advirtió del peligro de una excesiva patologización que implica etiquetar problemas emocionales comunes como trastornos mentales. De hecho, España es el país que más psicofármacos consume en el mundo: el 11 % de la población los toma. Se remitió al último informe de Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, dependiente de Naciones Unidas, de 2022.

Bienestar físico y emocional

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia. Este organismo internacional concreta que la salud mental es un bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

En los últimos años, se viene dando la voz de alarma sobre las graves consecuencias que están teniendo los problemas de salud mental en la población más joven. La propia OMS señala que los trastornos de salud mental representan una proporción considerable de la carga mundial de morbilidad durante la adolescencia y constituyen la principal causa de discapacidad entre los jóvenes. Aproximadamente la mitad de los problemas de salud mental se manifiestan antes de los 14 años, y el suicidio es una de las tres principales causas de muerte entre los adolescentes más mayores.

Malestar emocional

José Antonio Luengo arrancó su intervención diferenciando entre lo que es enfermedad mental y malestar emocional, el que padecen muchos jóvenes a los que duele la vida, porque la vida, muchas veces, es una carrera de obstáculos para esos adolescentes, dijo, y así lo ve todos los días entre sus alumnos. El experto aludió, por ejemplo, a un reciente informe de la Fundación Manantial que apunta a que muchos chicos jóvenes creen tener una enfermedad mental cuando lo la tienen.

Solamente el 36,6% de los jóvenes afirma no haber experimentado ningún problema de salud mental en el último año

Luengo también ha recogido datos del IV 'Barómetro Juvenil 2023. Salud y Bienestar', publicado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud, que indica que solamente el 36,6% de los jóvenes afirma no haber experimentado ningún problema de salud mental en el último año frente a un 17,4% de jóvenes que experimentan problemas de salud mental con una frecuencia significativa (continuamente o con frecuencia).

Cuando la vida duele

"No todo es enfermedad mental y hay fenómenos que se dan cada vez más, como es la soledad no deseada, que les cubre de dolor. Es imprescindible desmedicalizar. No debemos consentir que una persona que va con un malestar psicológico a un médico de Primaria salga con un ansiolítico prescrito, porque es la única herramienta disponible", señaló Luengo.

En 2020 y 2021, se incrementaron en el 100% las urgencias de carácter psiquiátrico y psicológico en este grupo de población

Es pronto para saber el calado de este problema de salud mental en niños y adolescentes y faltan cifras, ha añadido Luengo, que, cómo no, se ha remontado al impacto de la pandemia del coronavirus. Citó, por ejemplo, que en 2020 y 2021, se incrementaron en el 100% las urgencias de carácter psiquiátrico y psicológico en este grupo de población.

Se sabe que sí se han incrementado los trastornos de la conducta alimentaria, o, de "manera brutal", los intentos de conducta suicida en niños y adolescentes por ingesta no accidental de fármacos y otras sustancias. "Mucha gente se quita la vida por desesperanza y un dolor que es incapaz de soportar. Si no vemos esta circunstancia tan clara, no lo vamos a solucionar", ha enfatizado el psicólogo.