Documentos datados entre 1938 y 1941

La carta de la miliciana 'Maricuela' al salir de la cárcel franquista: "¿Se habrá quedado el sueño en la prisión?"

Escritos inéditos de la histórica militante del PSOE Ángeles Flórez, que este viernes cumple 105 años, con sus hermanos Secundino, Argentina y Aurora muestran los padecimientos de una familia cuyos integrantes fueron privados de su libertad tras la Guerra Civil

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez saluda a Ángeles Flórez, Maricuela.

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez saluda a Ángeles Flórez, Maricuela. / EFE

Tono Calleja Flórez

En agosto de 1941 la miliciana Ángeles Flórez Peón, conocida como Maricuela, recobraba su libertad después de haber permanecido cuatro años recluida en la cárcel franquista de mujeres de Saturrarán (Guipúzcoa). Fue entonces cuando esta histórica militante del PSOE emprendió un viaje en tren de vuelta a Tuilla-Tiuya (Langreo-Llangréu), la localidad asturiana en la que residían su madre, Restituta Peón, y su hermano Secundino, un miliciano que fue capturado en Gijón el 20 de octubre de 1937 tras la caída del frente asturiano. Cundo estuvo privado de libertad en campos de concentración y batallones de trabajadores hasta agosto de 1940.

Los sentimientos que inundaron la cabeza de Ángeles durante ese viaje en tren a lo largo de la cornisa cantábrica hasta la casa de Tuilla en la que vivía su madre, pero también los padecimientos de Secundino, salen a la luz ahora gracias a las cartas descubiertas en el archivo familiar. En estas misivas Maricuela y Secundino relatan sus alegrías y padecimientos a su progenitora y a sus hermanas Aurora y Argentina. Esta última también había sido encarcelada en el penal de Saturrarán, tras lo que se instaló en Baracaldo (Vizcaya) pues fue desterrada fuera de Asturias por un tribunal franquista.

"Queridísima y ni un momento olvidada hermana. Tengo tanto que contarte. ¿Por dónde empiezo? ¡Así? Por decirte que en el tren lo pasé bastante bien y distraída hablando con los viajeros y viajeras ¡eh!", comienza en su carta 'Maricuela', que da cuenta a Argentina de su viaje en ferrocarril entre Guipúzcoa y Asturias. En ella destaca que cuando el tren llegó a Pola de Siero comenzó a ponerse "nerviosa por conocer los lugares de nuestra tierrina".

"Primera emoción"

Y "en la Pola", prosigue el relato de Ángeles Flórez, tuvo una "primera emoción", pues coincidió con la presa "Juanita Polo, de Oviedo". Y después vio a "Remedios la del Col", aunque no pudo hablar con ella "por la marcha del tren".

La carta de la miliciana 'Maricuela' al salir de la cárcel franquista: "¿Se habrá quedado el sueño en la prisión?".

La carta de la miliciana 'Maricuela' al salir de la cárcel franquista: "¿Se habrá quedado el sueño en la prisión?". / EPE

"En El Berrón me encontré con Pepina, [y] pasa por tu imaginación la escena de alegría que hemos tenido", dice a Argentina. De nuevo en el tren, Ángeles saludó a "Edelmira de Sotrondio y su hermana; y otra de Saturrarán". En Carbayín vio a "Pepe", quien se instaló en su vagón. En él se reunieron "unos cuantos presos" que habían recobrado su libertad, por lo que todo le parecía "mentira". Y por estos reencuentros Maricuela asegura que terminó de ponerse "nerviosa".

Cuando llegó a Tuilla en la estación no había nadie esperándola, explica, pues su hermano, quien siempre miraba al tren por si aparecía alguna de sus hermanas, no había recibido a tiempo el telegrama con el aviso. "Cuando llegó el tren y me vieron bajar los paquetes, Secundino de un salto se plantó a mi lado, no había quién nos separara", escribe Ángeles, que prosigue el relato diigido a su hermana Argentina: "Pero más emocionante fue cuando llegó madre; lloraba mucho y no había quién la separara. Yo viceversa de cuando te abracé a tí; no lloré nada. Las personas del tren y demás que había por aquí lloraban de pena".

"Hasta las cinco de la mañana"

Muchas vecinas acudieron a visitarla y felicitarla por haber recobrado su libertad. "Por la noche Cundo se acostó primero por el trabajo, pero ha estado un chico hasta las dos de la madrugada en conversación con nosotras; y después madre y yo hasta la cinco; me acosté y me levanté a las seis y media; desde que he salido parece que el sueño no quiere estar conmigo, ¿se habrá quedado en la 'Prisión'?", prosigue Maricuela.

La carta de la miliciana 'Maricuela' al salir de la cárcel franquista: "¿Se habrá quedado el sueño en la prisión?".

La carta de la miliciana 'Maricuela' al salir de la cárcel franquista: "¿Se habrá quedado el sueño en la prisión?". / EPE

Ángeles Flórez también informa a su hermana de que después "acudió al puesto de aquí" para explicarle "el caso al cabo de la Guardia Civil. Llamó al de Carbayín y todo quedó arreglado a medida de mis deseos y tuyos, ¿verdad hermanina? Si tengo que ir a algún sitio, tengo que pedir permiso", destaca Ángeles Flórez, que este viernes 17 de noviembre cumple 105 años.

Con anterioridad a la misiva dirigida a su hermana Argentina, Maricuela ya había anunciado a Secundino, también por carta, que le habían rebajado la condena: "Después de haber pasado un gran disgusto", porque no llegaba su expediente, pues creía que le habían mantenido "los 15 años" de su primera condena, le llegó "con 9 años". Y esto significaba que quedaría libre en virtud de un decreto que permitía excarcelar a los milicianos con condenas inferiores a 12 años, aunque como en el caso de su hermana Argentina podían ser desterrados de sus provincias de origen.

Secundino, "en casa" en 1940

Un año antes de que Maricuela quedara libre, el 9 de agosto de 1940, Secundino había escrito otra carta a sus hermanas en la que les informaba de que desde hacía dos días se encontraba "en casa". En ese momento Cundo alejaba definitivamente un sufrimiento que se plasma en otra carta, en la que Ángeles decía, de forma textual: "Noto que estás muy triste; no tengas pena Secundino, que nuestros sufrimientos están llegando a su fin. [...] Te vuelvo a repetir que no estés triste, piensa que está muy cercano el día en que nos juntemos todos en casa, y entonces ya verás qué felices vamos a ser; haremos por olvidar lo pasado (aunque hay cosas que no se pueden olvidar); y entonces trabajaremos los cuatro para endulzarle la vida a nuestra querida madre. ¿No te parece?".

La carta de la miliciana 'Maricuela' al salir de la cárcel franquista: "¿Se habrá quedado el sueño en la prisión?".

La carta de la miliciana 'Maricuela' al salir de la cárcel franquista: "¿Se habrá quedado el sueño en la prisión?". / EPE

Secundino fue liberado tres años después de que fuera recluido el 21 de octubre de 1937 en el campo de concentración franquista de Cudillero (Asturias). En diciembre de 1937 fue trasladado al campo de Candás (Asturias); el 21 de febrero de 1938 al de Corbán (Cantabria) y finalmente el 31 de marzo de 1938 al de Aranda de Duero (Burgos).

En Los Barrios (Cádiz)

En esta última localidad burgalesa fue destinado al 34 Batallón de Trabajadores de la Tercera Compañía hasta que este fue disuelto el 9 de diciembre de 1939, fecha en la que fue adscrito al Batallón de Trabajadores número 6. Entre otros trabajos forzados fue desplazado en febrero de 1940 a Los Barrios (Cádiz). Fallecido en 1993, Secundino siempre explicó a su hija, Ángeles Flórez Muñiz, y sus tres nietos que había sido obligado a "cavar trincheras" frente al Peñón de Gibraltar.

En el Batallón número 6 permaneció hasta el 18 de julio de 1940, día en el que fue enviado a la cárcel de Oviedo, de la que salió en agosto de 1940. Un año después pudo abrazar a su hermana pequeña, que con 18 años, y tras alistarse y convertirse en enfermera del hospital de campaña del barrio gijonés de La Calzada, fue detenida. Estuvo presa hasta cumplir 22 años, cuando escribió la carta inédita hallada de forma reciente en el archivo de los integrantes de la familia que, en 1934, ya habían vivido otro drama: la muerte violenta tras la Revolución de Octubre de 1934 de Antonio, el hermano mayor, uno de los conocidos como mártires de Carbayín. Este viernes, 82 años después de haberlas escrito, Maricuela podrá leer de nuevo las misivas que remitió a sus "hermaninos" Argentina y Secundino.