Erotismo diverso

Un 'Satisfyer' con botones sensibles o una silla que facilita el coito: los juguetes sexuales se adaptan a las discapacidades

Los juguetes eróticos podrían entrar en la vida de cualquier individuo como un recurso para "explorar la propia sexualidad", también en el caso de las personas con discapacidad

Un centro dependiente del Imserso ha adecuado un succionador de clítoris para que una usuaria pueda disfrutar de él. Las opciones en el mercado son escasas y caras

Juguetes sexuales.

Juguetes sexuales. / FOTO DE IFONNX TOYS EN UNSPLASH

Ana Ayuso

Las personas con discapacidad pueden masturbarse. También hacer petting con su amante o estimularle. Pueden tener relaciones sexuales con otros y con ellos mismos. O tienen la opción de no llevar a cabo ninguna de esas prácticas si no les apetece. "Parece que no tenemos derecho a mantener relaciones sexuales y a expresar nuestra orientación y nuestra libertad sexual como queremos. Hay muchas barreras mentales", exclama Marta Valencia, secretaria de Organización de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), en la primera frase de su conversación con El Periódico de España, de Prensa Ibérica. Considera importante partir de esa premisa porque las personas con discapacidad, especialmente las mujeres y niñas, "tenemos muchos tabús y muchos pensamientos preconcebidos relativos a que no tenemos derecho a la sexualidad". 

Cristina Martínez Silva, autora del trabajo Los productos de apoyo en el ámbito de la sexualidad: un recurso para personas con enfermedades neurodegenerativas, incide en que los juguetes eróticos podrían entrar en la vida de cualquier persona como un recurso para "explorar la propia sexualidad". Cada persona puede buscar cuál es el juguete que más se ajusta a sus expectativas. No todo le viene bien siempre a todo el mundo y las discapacidades no son únicas. Ni siquiera dos personas con la misma enfermedad la viven de igual manera. 

Con la intención de aproximarse lo máximo posible a las necesidades sexuales de cada persona con enfermedades neurodegenerativas, esta terapeuta ocupacional elaboró una guía de juguetes eróticos en su trabajo, que luego perfeccionó junto a otras compañeras para que fuese más accesible. En ella, aporta descripciones, argumenta para qué personas podrían ir orientados esos juguetes y qué inconvenientes presentarían los mismos. Aunque este manual va orientado a personas con distrofia muscular de Duchenne & Becker (DMD&B), así como pacientes con otras enfermedades neurodegenerativas, como las neuromusculares (ENM) o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), podría servir de material orientativo para cualquier persona que quiera aprender sobre su sexualidad.

Los dildos convencionales podrían utilizarlos personas con estas enfermedades que presenten una "movilidad adecuada y suficiente de las extremidades superiores"; los succionadores de clítoris, para las que "se fatigan con facilidad"; las mangas para la masturbación podrían resultar útiles para quienes "presenten debilidad muscular y/o fatiga"; o los cojines posicionadores, orientados a quienes tengan un "buen control del tronco".

Una de las herramientas eróticas que más llama la atención en esta guía es la IntimateRider, una silla diseñada para favorecer el movimiento coital en la persona que penetra y en la que sólo es necesario el movimiento del torso o incluso de la cabeza para generar impulso. Esta silla puede ser una opción a contemplar entre aquellos individuos con las piernas afectadas por lesionados medulares, espina bífida, ictus o artritis, entre otras enfermedades. Su precio en España, sin accesorios, asciende a más de 700 euros.

Imagen promocional de la silla para mantener relaciones sexuales IntimateRider.

Imagen promocional de la silla para mantener relaciones sexuales IntimateRider. / INTIMATERIDER

Desde la empresa de productos sexuales LoveHoney, de la que que se desprenden marcas como Womanizer, Desire o Romp, aseguran que no cuenta con juguetes específicamente diseñados para personas con discapacidad, pero algunos de ellos "pueden igualmente ser utilizados por personas con menor o limitada movilidad, ya que integran características que posibilitan ajuste al cuerpo y ropa interior, sujeción manos libres o el control de la vibración por mando o app, por ejemplo", señala Elisabeth Neumann, directora de investigación de usuario en Lovehoney Group.

El precio de casi todos los productos que llevan la palabra ortopédico se dispara", Marta Valencia, Secretaria de Organización de COCEMFE

Cuando una persona con discapacidad consulta en internet qué juguetes sexuales se acomodan a sus necesidades, las opciones que el buscador le ofrecen son escasas y costosas, ya que "el precio de casi todos los productos que llevan la palabra ortopédico se dispara", apunta Marta Valencia. Es por eso que algunas personas optan por consultar al Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (Ceapat), dependiente del Imserso, cómo se puede adecuar un Satisfyer para una persona con discapacidad.

"En el Ceapat disponemos de un taller donde se realizan distintas adaptaciones para dar respuesta de accesibilidad a las solicitudes de usuarios con necesidades específicas. Estas solicitudes de adaptación son analizadas por el equipo de técnicos del centro y se intenta dar una solución para que el usuario pueda ser lo más autónomo posible en su manipulación", explica un técnico de este centro. Una de esas solicitudes se orientaba a mejorar la puesta en marcha de un Satisfyer, con el objetivo de "poder facilitar el encendido y apagado, pues requiere cierta presión para su accionamiento".

Visión capacitista

Por el momento, incide este técnico, "no contamos con un proyecto o línea de trabajo específica para juguetes sexuales y se trata, por tanto, de una más de las adaptaciones realizadas en nuestro centro". Hasta ahora, se han desarrollado, entre otros, productos de apoyo en impresión 3D para posibilitar la alimentación, el aseo, el cuidado personal y otras actividades instrumentales de la vida diaria. "Ya hay experiencia de usuarios que han utilizado productos de apoyo low cost para este tipo de actividades", manifiesta Cristina Martínez Silva.

"Para la actividad sexual, ya requiere un poco más de precisión", dice la terapeuta ocupacional, que confía en que "con el tiempo y con dedicación, las futuras líneas de investigación vayan por ahí". Marta Valencia propone a las empresas de juguetes eróticos que piensen en las personas con discapacidad, no sólo física y orgánica, sino de todo tipo, como consumidores, dado que aproximadamente un 10% de la población pertenece a este grupo. "Teniendo diferentes puntos de vista, se enriquecerían todos los productos", dice.

Ninguna compañía de este tipo ha pedido asesoramiento a Cocemfe para desarrollar líneas de productos enfocados en las personas con discapacidad. Desde Lovehoney Group indican que podrían pensar en contactar con alguna organización centrada en discapacidad para crear nuevos juguetes, pero "no puedo asegurarlo", indica Elisabeth Neumann. "Estamos enfocados en mejorar la sexualidad y desarrollar juguetes que posibiliten el placer para todos", argumenta.

"La visión que se tiene para crear un producto, por mucho que estemos en territorio de empoderamiento de la sexualidad, es capacitista, y se hace con una visión más normativa", razona José Alberto Medina Martín, sexólogo creador de SexEsteem. La palabra ergonómico en las páginas de venta de productos eróticos se refiere, por tanto, "a ergonómico para personas con manos, no tienen una perspectiva de diversidad funcional, de personas que no tengan manos, que les falte un brazo o tengan cierta parálisis cerebral".

"No todo el mundo parte de la misma base y no todos los productos están hechos para un público determinado, sino que se crea para la mayoría", afirma este profesional, que propone que los fabricantes se fijen en el material, la superficie, el punto de agarre, que se pueda usar a distancia o que tenga algún cordón o similar para poder extraerlo de manera sencilla. Desde Lovehoney Group recomiendan un juguete llamado Moxie, que "se sujeta a la ropa interior mediante un imán, situando el juguete dentro de la ropa, en contacto directo con la vulva, permitiendo estimular el clítoris sin tener que sujetar el juguete con las manos", comenta Ana Lombardía, experta en bienestar y salud sexual de We-Vibe y las marcas de la empresa.

Juguete sexual 'Moxie'.

Juguete sexual 'Moxie'. / LOVEHONEY GROUP

Ni aniñados ni asexuados

"Puede haber problemas en que se nos vea en general más aniñados y más asexuados. En el caso de las mujeres, ocurre mucho más, incluso con el derecho a ser madres", mantiene Marta Valencia, de Cocemfe, que apunta a que también en este punto "el patriarcado parece que ha influido". Desde Cocemfe, ponen en marcha proyectos específicos para que las mujeres se empoderen, que conozcan sus derechos y los recursos que pueden tomar. Destaca la importancia de que "se reivindiquen y decidan cuestiones que tienen que ver con su vida por sí mismas y no por el concepto capacitista que impone la sociedad hoy en día". "Trabajamos en que todos somos diferentes y en que nos equivocamos, porque nos podemos equivocar igual que el resto", insiste.

Todos somos seres sexuados, nacemos y morimos por sexualidad", José Alberto Medina Martín, Sexólogo creador de SexEsteem Noticias relacionadas

Valencia explica que, con frecuencia, se encuentran con problemas derivados de la "sobreprotección familiar". "Hay que trabajar en romper barreras", indica, en "esa madre que ha podido decir que 'qué guarrona, está desatada' a su hija, o en ese padre que ha llamado 'campeón' a su hijo porque le gusta masturbarse", completa el creador de SexEsteem. "Se puede estar comunicando la sexualidad de una manera no adecuada, que pueda dar finalmente lugar a complejos o que se sature al hijo con el tema de la masturbación y este genere aversión a ello", alerta.

La educación y la situación física y sexual en la que se encuentra esa persona en un momento concreto son dos puntos esenciales a tener en cuenta para encontrar la mejor solución para él o ella. "Todos somos seres sexuados, nacemos y morimos por sexualidad. No es nada sucio, no es algo que pertenezca a unos pocos y a ellos no por tener discapacidad", concluye José Alberto Medina Martín.