Plaga en el norte de España

Chinche hedionda: así es el último invasor que busca refugio en nuestras casas

Este insecto proveniente de China, Japón y Corea, que nada tiene que ver con el que atemoriza París, no es peligroso para el ser humano, pero puede resultar muy molesto debido al fétido olor que desprende

Vecinos de Barakaldo declaran la guerra a las chinches apestosas que resurgen con el calor

Agencia ATLAS / Foto: ShutterStock

En un octubre con temperaturas más propias del verano se hace extraño observar las ventanas de muchas viviendas del norte de España cerradas a cal y canto. En las últimas semanas, en varias localidades del País Vasco o Navarra los cristales se abren justo lo necesario para ventilar la estancia y se vuelven a sellar rápidamente, como evitando proteger el hogar de una amenaza exterior.

Esta reacción viene provocada por un insecto invasor del que mucho se está hablando los últimos días: la chinche apestosa (Halyomorpha halys). Proveniente de China, Japón y Corea, este insecto volador, que vive en zonas verdes y arboladas, ha conquistado las últimas semanas numerosos núcleos urbanos de Vizcaya y Guipúzcoa, preocupando a muchos ciudadanos, que no saben cómo acabar con ellos. Y es que su aparición ha sido masiva y de forma más o menos repentina en algunos entornos, sorprendiendo y asustando a los lugareños, que desconocían la existencia de este bicho.

Pese a la alarma generada, hay que subrayar que la chinche apestosa o hedionda, como también se la conoce, no pica ni transmite enfermedades a personas o animales, por lo que las instituciones no tienen en curso medidas o actuaciones contra este insecto. Aunque en Euskadi de momento no ha causado daños en la agricultura, el pasado año en Cataluña sí provocó problemas en los campos frutales de varios municipios de Girona.

Imagen de una chinche hedionda.

Imagen de una chinche hedionda. / ShutterStock

Si bien no suponen un peligro para la salud de los ciudadanos, sí resultan muy molestas por su fétido olor y pueden asustar por su capacidad de volar y su gran tamaño: 1,7 centímetros de largo y casi lo mismo de ancho. “Me encontré la sombrilla de la terraza de mi casa completamente llena de chinches, por dentro y por fuera. Lo pasé fatal, pero me protegí con un sombrero y maté todas”, relata Begoña Yániz, que reconoce que está obsesionada con estos insectos que ha encontrado en cualquier parte de su casa: “Vienen volando y entran por las ventanas. Se posan en la pared, en el sofá, en las lámparas, en cualquier sitio. Los primeros días teníamos los balcones y las barandillas llenos de chinches”.

Vecina del monte Artxanda (Bilbao), Yániz destaca que lo peor de todo es el olor que dejan a su paso, pues segregan una sustancia maloliente para ahuyentar a posibles depredadores. “Yo antes cogía las chinches con un papel de cocina, las aplastaba y las tiraba a la basura. Pero, a pesar de que no las tocaba con mis propios dedos, el olor se queda en las manos y en la basura de casa. Es asqueroso”, describe.

El caso de esta bilbaína no es una excepción. Tal y como sostiene el gerente de la compañía Desinfecciones Abando, José Ramón García Oribe, este año ha recibido muchas llamadas de diferentes puntos de Vizcaya relacionadas con este problema que está “bastante extendido”. No obstante, el empresario llama a la calma ante la plaga de una chinche que no supone ningún peligro para la salud de las personas, "porque no es un insecto que pique, ni tampoco es perjudicial para las mascotas ni para los animales domésticos".

Armas para combatirlas

Con la intención de poner fin a este calvario, Begoña ha probado varios remedios caseros que espanten a estas invasoras que también molestan a sus vecinos y están generando verdaderos quebraderos de cabeza en numerosas localidades. “Probé con una mezcla de detergente y agua caliente, pero había tantas que no me fiaba de que fuera a funcionar. También he probado a untar con agua y ajo las entradas de las ventanas y de las puertas”, señala.

García Oribe diferencia dos escenarios a la hora de combatir las también conocidas como chinches marmoladas, nombre que adquieren debido a su color. Por un lado, en algunas ocasiones se puede cortar la entrada de estos animales de forma preventiva. En estos casos, “sería recomendable llamar a los ayuntamientos para que traten los árboles cercanos a los hogares afectados. De esta forma, se intervendría en el origen del problema, donde el insecto cría y se reproduce”, explica. Además, en cada vivienda se podrían implantar medidas mecánicas para evitar la entrada del bicho, cerrar las grietas o los huecos por los que puedan acceder al interior. Si no se ha llegado a tiempo y ya están en el hogar, el gerente de la empresa de desinfecciones afirma que, si no hay un gran número, podrían liberarse con un papel al exterior o utilizar algún spray de uso doméstico, porque "no son muy resistentes". “En situaciones más severas intervendríamos nosotros con productos más profesionales”, puntualiza.

Huevos y ninfas de primer estadio.

Huevos y ninfas de primer estadio. / Wikipedia

El temor de algunos ciudadanos que han sufrido esta plaga es que las chinches pongan sus huevos en el interior de armarios o en algún rincón del hogar y esto provoque mayores problemas en un futuro cercano. Pero, tal y como señala García Oribe “la probabilidad de que suceda algo así es bastante escasa, porque estos animales ponen los huevos en zonas donde se puedan alimentar, es decir en el campo”.

Según informó el presidente de Asepla Euskadi, asociación de empresas vascas especializadas en control de plagas, Javier Redondo, esta chinche fue detectada en el País Vasco en 2016, pero hasta el 2022 había pasado casi desapercibida. De hecho, Begoña Yániz recuerda haber visto algún bicho similar de vez en cuando en verano, pero “la plaga de este año y de este tamaño, nunca”.

García Oribe, que acostumbra a recopilar información sobre nuevas posibles amenazas o plagas, registró en 2017 documentación sobre esta especie invasora que “durante estos años se ha ido aclimatando hasta llegar a asentarse y ahora ha emergido con fuerza”. “Hemos tenido un verano caluroso, con tormentas y humedad, parámetros esenciales para cualquier insecto. Y luego, ha llegado una época de refugio en otoño con temperaturas casi de verano. Todo esto ha supuesto unas condiciones que favorecen su presencia”, remarca.   

Cercano adiós

Pero, para tranquilidad de todos los vecinos que están sufriendo este inconveniente en sus hogares, como Begoña Yániz, esta pesadilla está cerca de acabar. Según el gerente de Desinfecciones Abando, el hábitat de la chinche apestosa es el bosque y la naturaleza, por lo que sólo intenta colarse en nuestras viviendas como refugio para hibernar. “Desde los últimos días de septiembre hasta mediados de octubre, aproximadamente, es cuando se les puede observar, porque están buscando lugares de cobijo para hibernar”, por lo que pronto, con la llegada del frío, deberían dejar de molestar a los vecinos.

Erradicar este insecto invasor no será tarea sencilla. Países como Chile, Argentina o Estados Unidos han sufrido las consecuencias de plagas de chinche hedionda que han dañado sus cultivos y no han sido capaces de erradicar. Algunas zonas de España ya han tenido problemas con estas invasoras en los últimos años y todo apunta a que la próxima primavera y verano volverán a verse. “Dependerá del tiempo. En países con climas favorables, como China, puede tener hasta 3 o 4 reproducciones al año, en otros lugares se ha comprobado que puede tener sobre 2 o 3. Por las condiciones que tenemos aquí, intuimos que pueda tener una reproducción anual. Pero las consecuencias del cambio climático están siendo tan severas que no sabemos qué ocurrirá”, apunta García Oribe.

Ninguna relación con la chinche de París

Occidente se enfrenta a una plaga de chinches como nunca se había visto desde la Segunda Guerra Mundial

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Butacas de cine, asientos del metro y del tren y viviendas de miles de parisinos se encuentran infectadas por una plaga de chinches de cama que preocupa mucho en Francia. Estos minúsculos parásitos, de unos 5 milímetros de longitud, suponen un serio

como la capital francesa y que acoge el próximo verano los Juegos Olímpicos 2024.

Entre marzo y septiembre de este año, los profesionales del combate contra las plagas en el país han registrado un aumento del 60% de clientes debido a un problema que la primera ministra, Élisabeth Borne, consideró "un calvario" para los afectados y anunció la creación de un observatorio dedicado a este fenómeno.

No obstante, hay que dejar claro que estos insectos que afectan a la próxima sede de los JJOO no tiene similitud alguna con las que se han visto en el norte de España. “La chinche de cama se alimenta de sangre y pica al ser humano, aunque es muy difícil que transmita alguna enfermedad”, puntualiza José Ramón García, pero advierte de que podrían llegar a España debido a los miles de turistas que viajan entre ambos países, por lo que “los riesgos son serios”.

La de la izquierda es una chinche hedionda, mucho más grande que la de la derecha, una chinche de cama.

La de la izquierda es una chinche hedionda, mucho más grande que la de la derecha, una chinche de cama. / EFE / ShutterStock

De hecho, según datos de la empresa especializada en plagas Anticimex, las plagas de chinches de cama aumentaron un 71 por ciento entre enero y septiembre de 2023 en nuestro país. Por eso, el gerente de Desinfecciones Abando recalca la importancia de revisar los colchones, el cabecero y las patas de la cama para comprobar que no hay chinches. También se debe tener precaución de no dejar la maleta cerca de la cama del alojamiento turístico y sacudir la ropa en el baño antes de guardarlo en la mochila de viaje. Todo ello, para evitar volver con estos pequeños insectos que pueden invadir nuestro espacio más íntimo y generar un grave problema.