Educación y adolescencia

El combate de Musk y Zuckerberg, entre el espectáculo y la masculinidad tóxica

El director ejecutivo de Meta y el propietario de Twitter se habían citado 'online' para tener un cara a cara en el Coliseo de Roma

El combate de Musk y Zuckerberg, entre el espectáculo y la masculinidad tóxica.

El combate de Musk y Zuckerberg, entre el espectáculo y la masculinidad tóxica.

Olga Pereda

Elon Musk y Mark Zuckerberg, cual machitos multimillonarios, se habían citado 'online' para tener un cara a cara en el Coliseo de Roma. Un combate de puños. Y de egos, lógicamente. Hace unos días, el director ejecutivo de Meta renunció a la escaramuza. Alegó que el propietario de Twitter, ahora bautizada como X, no se tomaba en serio el boxeo. Entonces, Musk respondió que su contrincante era “un gallina”.

Psicólogos y deportistas profesionales invitan a los jóvenes a que reflexionen sobre la falta de conexión con la realidad de este duelo de narcisistas

Parece parte del guion de 'El club de la lucha' (David Fincher, 1999). Pero no es ficción. Es el diálogo 'online' que han tenido dos magnates con millones de seguidores, la mayoría de ellos, muy jóvenes. En plena revisión de las masculinidades, y teniendo en cuenta que Zuckerberg inventó Facebook para puntuar a las chicas de su universidad (lo contó Fincher en 'La red social'), ¿qué imagen están proyectando los dos potentados? ¿Apuestan por el deporte de verdad? ¿Están reivindicando el rol del machito tradicional? 

Duelo de narcisistas

“En un duelo de narcisistas, ambos están muy igualados. Elon y Mark, tanto monta, monta tanto. El hecho de que vivan en una nube irreal, alejados de la vida cotidiana, hace que se erijan en los nuevos dioses del Olimpo. Ambos semidioses podrían pelear para demostrar cuál de los dos es más importante”, analiza Víctor Amat, psicólogo y exboxeador profesional.

Divulgador y autor del ensayo 'Psicología punk', Amat destaca que Zuckerberg, efectivamente, entrena asiduamente en un gimnasio donde se imparten las disciplinas más importantes de las artes marciales. Pero añade: “No creo que diera la talla en un combate serio”, concluye.

“Los adolescentes han de saber que estas personas solo tienen interés por el dinero. No creo que estén más dañados que por seguir a Cristiano Ronaldo"

Víctor Amat

— psicólogo y exboxeador profesional

Respecto del impacto que este tipo de duelos puede provocar en los seguidores más jóvenes, el psicoterapueta añade que nada es malo en sí mismo si está bien acompañado. “Los adolescentes y jóvenes tienen que saber que estas personas solo tienen interés por el dinero. No creo que estén más dañados que por seguir a Cristiano Ronaldo. De hecho, estos futbolistas también suelen hallarse muy alejados de la realidad”.

"Los valores de las artes marciales son compromiso, respeto, disciplina y compañerismo. Lo de Musk y Zuckerberg es un espectáculo que no nos representa”

Saray Medina

— entrenadora del equipo nacional FEKM (kickboxing y muaythai)

Acompañar a los jóvenes

La cuestión, concluye Amat, es la siguiente: “¿Acompañamos a nuestros jóvenes a una reflexión crítica de estos espectáculos? ¿Son los chicos y chicas conscientes del coste de pretender hacer como ellos?”. El psicólogo insiste en que la escuela tiene mucho que decir, dado que es el espacio más adecuado para desarrollar reflexiones críticas y tener asignaturas para “comentar estos asuntos y hacerlos aterrizar”.

Las familias tampoco pueden quedar al margen. “Los padres y las madres no deben delegar en las pantallas la educación y el pensamiento crítico de sus hijos. Deben dar un espacio para hablarlo con tranquilidad. Y el primer paso es ser flexibles y entender que el mundo cambia”, concluye. 

“Hace 5 años, el trabajo de Ibai Llanos ('streamer' vasco que ha roto la barrera del sonido en lo que a popularidad se refiere) no existía. No es malo, es entretenimiento puro. Es el Walt Disney español. Con sus pros y contras. Esto es lo que los chicos han de saber. Que es entretenimiento. Nada que ver con la realidad”, conlcuye. 

Ibai Llanos, precisamente, vendió el pasado mayo la friolera de 60.000 entradas para la tercera edición de 'La velada del año', un show en el que reúne a otros gurús digitales en un ring de boxeo. “En la propuesta de Ibai, la cuestión es más terrenal”, explica Amat. “Youtubers con cierta fama dándose unos pocos guantazos y hacer caja frente a una legión de seguidores que se entretienen. ¿Por qué no una pelea entre Pablo Motos y Andreu Buenafuente?”, ironiza el psicólogo.

Elon Musk, propietario de Tesla.

Elon Musk, propietario de Tesla. / EP

"Puro espectáculo"

Saray Medina, entrenadora del equipo nacional FEKM (kickboxing y muaythai), asegura que el combate entre Musk y Zuckerberg es “puro espectáculo”, que nada tiene que ver con la realidad de las artes marciales y sus valores: “compromiso, respeto, disciplina y compañerismo”. “No nos representa”, sentencia. Después de 99 combates y toda una vida dedicada al deporte de contacto profesional (se retiró el año pasado), Medina destaca que jamás ha conseguido vivir de los combates. Ella, como tantos deportistas, se gana la vida con las clases que imparte en su centro de Tarragona. “Poca gente en España puede vivir de la competición profesional”, se lamenta.

Deportes de contacto

Más allá de los magnates Musk y Zuckerberg, la realidad es que los deportes de contacto están de moda, sobre todo entre los más jóvenes. Medina asegura que se trata de una actividad -siempre que se imparta en centros oficiales y no en ‘piratas’- que engancha y que tiene efectos muy positivos en los chavales y chavalas que todavía no tienen un rumbo claro en la vida y surfean como pueden su adolescencia o preadolescencia. Consiguen centrarse más gracias a los beneficios físicos del deporte de contacto, que también tiene impacto positivo en la salud mental. “Es como una terapia psicológica, pero más barata”, sonríe la experta. 

La disciplina es una de las virtudes más importantes en los deportes de contacto. De hecho, el centro deportivo de muaythai que regenta Medina no admite ningún joven con asignaturas suspendidas. Si lo hacen, es a modo de concesión y con la condición de que, a lo largo del curso, consigan recuperarlas. “Tenemos cero fracaso escolar”, admite orgullosa Medina, que también ha entrado (y ayudado) a menores migrantes no acompañados.