Las escamas protectoras de un pez primitivo, que aún se encuentra en balsas de agua dulce en Africa, podrían servir de inspiración para fabricar armaduras militares por su eficacia contra los ataques, según un estudio publicado en "Nature Materials".

Un equipo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Estados Unidos, financiados por las Fuerzas Armadas de ese país, analizaron la composición de las escamas del Polypterus senegalus, conocido como la "anguila dinosaurio", cuyo origen se remonta a hace 96 millones de años.

A diferencia de los peces actuales, éste tiene una piel que parece una armadura, con escamas compuestas de cuatro capas de material diferente, cada uno con su función, y un grosor de aproximadamente cien millonésimas de metro. Los científicos examinaron cómo las distintas capas se complementan entre ellas para proteger los tejidos blandos del cuerpo del pez de los mordiscos, ya que el Polypterus senegalus es conocido por ser territorial y atacar a miembros de su especie.

Con métodos nanotecnológicos, comprobaron que el animal tenía una capa exterior de ganoina, dura y resistente a la penetración de objetos punzantes como dientes; otra de dentina, que es más suave y disipa la energía, y una tercera de isopedina, con una estructura de "contrachapado" que proporciona una segunda línea de defensa. La cuarta capa es la capa basal ósea. Los científicos pusieron a pruebla la "armadura" del pez simulando un mordisco en una escama extirpada quirúrgicamente.