Carmen Calvo deja el Ministerio de Cultura y encara, por tercera vez, el camino hacia el matrimonio. Y será, muy probablemente, su enlace nupcial más seguro, pues el futuro marido será Julián -no ha trascendido su apellido-, quien durante un tiempo trabajó como guardaespaldas suyo. La relación que la ex ministra mantiene con su protector, y que dura ya un año, fue desvelada hace varios meses a los integrantes de la peña periodística Primera Plana, que le concedieron el conocido premio "Limón". Sin embargo, hasta ayer no alcanzó trascendencia nacional, al desvelarlo públicamente la columnista Carmen Rigalt.

Parece ser que el novio de la ex ministra no seguía en los últimos tiempos ejerciendo de guardaespaldas suyo. Fue la propia Carmen Calvo quien, una vez enredada en las trampas que el amor tiende, pidió que trasladasen al policía a otro servicio. Perdió un protector, pero ganó libertad para ennoviarse sin posibilidad alguna de colisión entre su cargo y su corazón. El guardaespaldas es más joven que Carmen Calvo.

La que hasta esta misma semana era la ministra más parlanchina del gabinete de Rodríguez Zapatero vuelve a confiar en el matrimonio pese a que va por su tercer intento. Su primer matrimonio, muy joven, tuvo lugar con un profesor de instituto con el que tuvo una hija, a quien se encuentra especialmente unida. Posteriormente, ese primer marido de Carmen Calvo se convirtió al islamismo.

La trayectoria sentimental de la ex ministra continuó y volvió a contraer matrimonio. En este caso el nuevo marido de Carmen Calvo fue un funcionario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) especialista en encuestas electorales.

De este matrimonio no nació ningún hijo, pero sí terminó con un buen sabor de boca para ambos cónyuges. Quienes tratan a la ex ministra dicen que presume de llevarse bien con sus ex. No es, ni mucho menos, la primera vez que una mujer que ocupa un cargo de relevancia pública se empareja con el agente encargado de su seguridad. Así le ocurrió, por ejemplo, a Estefanía de Mónaco. Recientemente se conoció que la ex alcaldesa de Marbella, Marisol Yagüe, está unida sentimentalmente a un policía que la protegía en aquellos tiempos, para ella felices, antes de la "operación Malaya".