La Opinión de Zamora

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SEMANA SANTA ZAMORA
Barandales de Honor 2022 Miguel Manzano Etnomusicólogo

“La voz humana contribuye al engrandecimiento de las procesiones”

“Las letras en latín ayudan a acentuar el dramatismo, tienen que invitar a la gente a escuchar y a ver el desfile con seriedad”

El etnomusicólogo y compositor zamorano Miguel Manzano, Barandales de Honor 2022.

El compositor Miguel Manzano recoge este Domingo de Ramos un merecidísimo Barandales de Honor con el que la Junta pro Semana Santa reconoce su contribución a la Pasión zamorana.

–Su relación con la Semana Santa como compositor es muy larga, pero ¿cómo empezó?

–Pusieron en marcha la procesión del Espíritu Santo y poco a poco se fue apuntando gente a ella porque era una muestra original y procesiona una de las imágenes más valiosas de Zamora en cuanto a antigüedad. Javier Escudero, con un coro, comenzó a cantar latines que conocía tras una estancia en Silos, para acompañar a la imagen. Él me venía a visitar y me animó a ir a ver la procesión para escribirles algo. Me dio tanta la lata, lo digo con mucho cariño, que finalmente la fui a ver y accedí. Entonces empecé a pensar que qué podía hacer. Me acordé de una procesión de una película de Ingmar Bergman, “El séptimo sello”, donde aparecen penitentes de noche dándose latigazos. Los de aquí no se dan zurriagazos, pero el traje de estameña de lana cruda y su estética es severa. Un año les hice “Crux fidelis”, una cosa muy sencilla dos voces que se puede aprender de memoria y, a los dos años, el Christus.

–¿En qué se inspiró para el “Crux fidelis”?

–En el tono segundo gregoriano. Planteé una melodía severa, no triste, pero sí bella que tenga un elemento de complacencia al oído. Suena bien, son dos voces, lo básico para poder hacer una pieza que parece que está compuesta para más de dos. Si tú vas llevando los dúos y el contrapunto de una manera determinada logras que parezca que está sonando una polifonía de más volumen sonoro.

–Se trata de una composición que cantan caminando ¿lo tuvo en cuenta a la hora de su escritura?

–Por supuesto. Tenía que tener presente que el coro va con los libros cantando al paso. También tienes que combinar la sencillez y la severidad con la sonoridad y la biensonancia. Luego me pidieron que les hiciera algo para cantar en la estación en la Catedral. Me solicitaron que tuviera más entidad sonora, ya que iban a contar con hasta 50 voces. Me planteé que se podía cantar a tres voces una melodía que suene con amplitud polifónica, sin que los cantores tuvieran que desgañitarse. Se lo regalé a Javier (Escudero) porque yo no vivo de escribir estas composiciones y además si te lo pide un amigo… El “Christus factus est” es el gradual de la Misa In Coena Domini , uno de los cantos interleccionales de los días de Semana Santa. Es un texto que se canta durante toda la Semana Santa. Un coro con tantas voces metido en el atrio funciona bien, se oye bien.

Cantar en castellano no procede. Lo desvirtuaría. Tiene que invitar a la gente a escuchar y a ver el paso de la procesión con seriedad y si cada uno reza, que rece por su cuenta. Conocer lo que se canta no acentuaría el dramatismo

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–¿Acude a verlo?

–He ido varias veces. Siento lo que he sentido toda la vida cuando cantan algo mío. El momento te emociona, te trae recuerdos de muy atrás, puesto que un Christus factus est cantábamos cuando era encargado del coro del seminario. Es un texto que resume toda la pasión y muerte de Cristo.

–Al Espíritu Santo les ha hecho más regalos.

–Sí. Eduardo Vidal, que es quien ha sucedido a Javier al frente del coro, me ha ido pidiendo distintas piezas para distintos momentos. Una para cuando la procesión se está organizando y hay un momento vacío, “Adoremus te Christe”, y unos años después me pidió otra pieza “Per crucem Christi” . E incluso él ha compuesto otra que se ha estrenado este año. Eduardo Vidal tiene mucha idea de música, ha estudiado mucho y lo que ha hecho no desentona con lo mío.

–Estas dos piezas que Eduardo Vidal le ha pedido ¿por qué se caracterizan?

–Son a tres voces lo que te permite trabajar con un material sonoro bastante amplio para hacer algo que suene bien. Además, la hermandad me ha invitado en varias ocasiones a sus actos, me nombraron hermano de mérito. Me he sentido querido y arropado por ellos e incluso me han llegado a invitar a la merienda que hacen en verano en el huerto de la iglesia del Espíritu Santo. Me tratan con mucho cariño.

–Háblenos de su contribución a la Hermandad de la Buena Muerte.

–Fue años más tarde y fue una petición formal por parte de la hermandad. Recuerdo que un día se presentaron en el aula de música donde daba yo clase dos representantes de la hermandad, el abad Félix Gómez y el directivo José Luis Temprano, que me comentaron que querían hacerme un encargo. Esperaron a que concluyera la clase y hablamos. Más detenidamente me explicaron que querían hacerme un encargo pagado porque querían que fuera profesional, aunque sabían que yo se lo iba a hacer de todas maneras si hubieran recurrido a amigos que me lo solicitaran. Me sorprendió porque me tomaron en serio como músico. Su propuesta tan formal me gustó por la confianza, la seriedad y acordamos que ellos lo oían.

–¿En qué se inspiró a la hora de componer el "Oh, Jerusalem"?

–Es el himno de final de todas las lecciones de maitines del tiempo de Pasión y antífonas. La melodía se caracteriza por la severidad. Es un tono menor natural.

–¿Tenía que ser en latín?

–Por supuesto, cantar en castellano no procede. Lo desvirtuaría. Tiene que invitar a la gente a escuchar y a ver el paso de la procesión con seriedad y si cada uno reza, que rece por su cuenta. Es mejor que no se entienda lo que se está cantando.

–¿Mejor?

–Claro, porque lo que allí percibes es la imagen, los cofrades, el silencio y el dramatismo de una cruz en la que va Cristo. Conocer lo que se canta no acentuaría el dramatismo. Mi experiencia es que conocer la letra en castellano para que haga rezar tiene que ser un espacio cerrado, en quieto y en un contexto adecuado para una meditación.

–En esta obra el cliente tenía que conocer el producto antes de que se cantara en la procesión ¿Cómo fue esa “cata”?

–Como yo entonces ensayaba con Voces de la Tierra, cuando lo tuve hecho lo preparamos. También le puse acompañamiento para que sonara al completo. Llamé a los responsables de la hermandad lo oyeron cantado por los hombres de Voces de la tierra y les gustó.

ZAMORA. MORALES DEL VINO. ENTREVISTA A MIGUEL MANZANO ANA BURRIEZA

–Han pasado unas cuantas décadas y es una pieza que se convertido en uno himno oficioso de Zamora.

–Sí, lo es igual que puede serlo el Crux. En el caso del Jerusalem, creo que entonarlo en la plaza de Santa Lucía ha logrado crear una escenificación de la procesión que es impresionante. Es un logro desde el punto de vista estético donde la música también tiene su importancia.

–Hace dos años realizó un regalo a Buena Muerte para que el coro lo cante en el interior de San Vicente.

–Se lo escribí y lo entregué en el 2020, pero por la pandemia no se ha podido estrenar hasta este año en el triduo. Este regalo surgió porque Paco Rapado me pidió que les hiciera una obra para que, cuando se estuviera llenando la iglesia, pudieran cantarla y le sugerí hacerla con acompañamiento de órgano. No me tuvieron que convencer mucho porque lo vi razonable, puesto que la procesión debe de ser sobria de inicio y a fin.

–Usted es autor de piezas míticas de la Semana Santa y la autoría ha trascendido a la propia composición.

–Eso sienta muy bien porque se ha comprendido que la voz humana tiene tanta importancia y más fuerza que banda de música integrada por cien músicos tocando detrás de un grupo escultórico para marcarle el paso.

–Tanto se ha comprendido que incluso en la Hermandad Penitencial de Nuestro Señor de Luz y Vida incluyó música vocal en su desfile.

–Me parece muy bien, siempre y cuando lo hagan bien. No se puede meter cualquiera a escribir un contrapunto a dos voces.

–¿Tiene pendiente algún regalo o encargo para alguna hermandad de Semana Santa de Zamora?

–No y creo que no procede ya. Hay nuevos músicos, como Eduardo Vidal, que están haciendo las cosas bien. Además, es curioso que las partituras las han solicitado desde otros puntos de España. Un zamorano que vive en Levante contactó conmigo para cantar el "Oh, Jerusalem", pero no sé si lo habrán cantado, y me consta que en Valladolid también lo entonan en una cofradía. Tu no influyes en la vida de una obra que has hecho pero, si la cantan en más lugares, será que vale para lo que la concebiste.

–En la ciudad de Zamora existen muchos coros y quizás parte de “culpa” la tenga usted con sus composiciones.

–Puede ser que el escuchar anime a formar parte de agrupaciones corales.

Lo que yo he hecho es meter la voz humana y el canto coral dentro de severidad de las procesiones. Que me den el reconocimiento supone reconocer a la música vocal que empezó fuera de los desfiles de la Semana Santa y que se ha ido integrando en ella

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–Las cofradías y hermandades de Semana Santa de Zamora le entregan, por unanimidad, el Barandales de Honor.

–Lo que yo he hecho es meter la voz humana y el canto coral dentro de severidad de las procesiones. Que me den el reconocimiento supone reconocer a la música vocal que empezó fuera de los desfiles de la Semana Santa y que se ha ido integrando en ella. Han reconocido se ha producido una aportación nueva, desde hace más de 40 años, de la voz humana contribuyendo al movimiento de las imágenes en una procesión y engrandeciendo una manifestación religiosa. Yo he enlazado ciertos desfiles procesionales con lo que siempre ha sonado dentro de las iglesias durante la Semana Santa.

–¿Qué echa en falta en la actual Semana Santa?

–Las procesiones son manifestaciones de fe que debería de influir en tu forma de vida y en tu moral.

–Esta Cuaresma el Conservatorio, que tiene su nombre desde hace unos meses, ha llevado a cabo una serie de conciertos de música sacra e incluyeron la interpretación de varias obras suyas en el repertorio de las sesiones.

–Asistí al de San Vicente. Me parece muy bien que divulguen mi obra, pero, sobre todo, estoy contento por el momento que vive el centro de crecimiento, de seriedad y de excelente nivel musical que va a influir en una buena educación musical de los alumnos que asistan a clase en él.

Las procesiones son manifestaciones de fe que debería de influir en tu forma de vida y en tu moral

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–Usted compuso hace unos años “Lucernario. Himnos al amanecer y al atardecer. Melodías del himnario gregoriano”, estrenado en la Catedral de Salamanca y cantando luego en la seo zamorana.

–En el mes de octubre van a cantarlo en la Catedral de Valladolid y posiblemente se grabe un disco. En mi opinión es una de las mejores obras que he hecho en conjunto porque se trata de doce himnos cada uno con su carácter, teniendo en cuenta las fiestas litúrgicas, a cuatro voces mixtas con acompañamiento de órgano.

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