Son dos meses largos de vacaciones para los más pequeños de la casa. Muchas semanas en las que hay tiempo para todo: deportes, juegos, socializar…

El problema es que cuanto más tiempo libre tienen, más horas dedican los niños a los dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, tablets y televisión. 

Hay que tener en cuenta que la edad con la que los niños comienzan a tener móvil y acceso a Internet es cada vez menor. De hecho, actualmente, más del 16% de los niños de 10 años ya utilizan dispositivos electrónicos, así como indican datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Si a esto le sumamos que según el estudio del Instituto Tecnológico de Producto Infantil y Ocio (AIJU), el 69% de los niños españoles superan el tiempo máximo de exposición a las pantallas recomendado por los expertos. Y las vacaciones provocan que, en muchos casos, este porcentaje aumente de forma preocupante. 

El 69% de los niños españoles superan el tiempo máximo de exposición a las pantallas recomendado por los expertos. FREEPIK

“Cada vez es más habitual ver que los niños dedican más tiempo a estar frente a una pantalla que a jugar, hacer deporte o realizar alguna actividad extraescolar. Obviamente, las pantallas van a formar (y ya lo hacen) parte de la vida y el desarrollo de los menores y esto no es algo negativo en sí”, explica Elena Luengo, directora de Innovación de Cigna Healthcare en España.

“El problema surge cuando se hace un uso excesivo y no controlado de las mismas, ya que puede llevar a desarrollar problemas de salud mental, cambios en el comportamiento, alteraciones del sueño, así como otros riesgos a los que se pueden exponer por estar conectados en línea" advierte Luengo.

Por eso, insiste en que:

  • "Es esencial buscar un equilibrio en la utilización de las pantallas para evitar un impacto en la salud y el desarrollo de los niños, y fundamental educar a los niños sobre el empleo responsable de la tecnología y establecer pautas claras sobre el tiempo de pantalla y el contenido adecuado para su edad con el objetivo de reducir al máximo una afección en su estado de salud”.

Consecuencias del abuso tecnológico en los niños

Teniendo en cuenta que en verano también los padres disponen de más tiempo del habitual para estar con sus hijos, puede ser un buen momento para enseñar a los niños a desconectar digitalmente y evitar algunas de las patologías derivadas del uso prolongado de las pantallas en niños. 

Para ayudarnos a conseguirlo, los expertos de Cigna Healthcare nos ofrecen algunas estrategias: 

  • Uno de los efectos sobre los que más alertan los especialistas es el incremento de la obesidad y el riesgo cardiovascular causados por la utilización abusiva de medios digitales y pantallas, que lleva a los niños al sedentarismo. 

Para solucionarlo, podemos aprovechar que tenemos más tiempo y realizar actividades al aire libre, desde excursiones, a montar en bicicleta. Cualquier actividad física que realicemos con los menores ayudará a promover un estilo de vida más saludable.

  • Deterioro de la vista. Exponer a los ojos a muchas horas frente a una pantalla puede contribuir al desarrollo de problemas oculares en los niños, como fatiga visual, sequedad ocular, visión borrosa y aumento de la miopía, así como incrementar los dolores de cabeza.

Como prohibir el uso de dispositivos digitales no nos va a llevar a nada, salvo a discutir y enrarecer el ambiente familiar, la mejor opción es establecer horarios de uso de móviles, etc. Esto va a permitir que los menores descansen la vista durante algunas horas al día.

  • Tirados en el sillón, en la cama… Es habitual que adopten malas posturas mientras están enganchados a los móviles o tablets, lo que les puede provocar dolores de espalda. 

Si en los ratos en los que se ha acordado el uso de estos dispositivos supervisamos que la postura sea correcta, mejorarán estos dolores.

El abuso de las pantallas afecta a los ciclos de sueño de los niños.

  • Está científicamente demostrado que la luz de las pantallas alterar los ciclos del sueño, produciendo problemas de sueño (conciliar mal el sueño, insomnio, etc). Para atajar este problema la única solución es que dejen los dispositivos electrónicos dos horas antes de meterse en la cama. 
  • Menos capacidad de concentración, más ansiedad y depresión, son otras de las consecuencias del abuso de las pantallas. Alternar su uso con actividades creativas como dibujar, pintar, leer libros, construir cosas o jugar juegos de mesa, no solo ayudarán los niños a mantenerse ocupados, sino que también estimularán su imaginación y desarrollo cognitivo. 
  • Se ha observado que el tiempo invertido en el uso de pantallas se relaciona con un aumento de los problemas de comportamiento en los niños. Por no hablar, de que ya se considera como una adicción la dependencia tecnológica. 
  • Problemas en el desarrollo y control de las emociones. El tiempo excesivo frente a una pantalla puede tener consecuencias en el desarrollo de los niños, especialmente cuando son muy pequeños. “Esta sobreexposición puede afectar su desarrollo cognitivo, lenguaje, motricidad y habilidades socioemocionales. A esto se suma que, este hábito puede incrementar las dificultades para reconocer y comprender las emociones de los demás, así como para establecer relaciones personales significativas”, explican los expertos de Cigna. 

Por eso, es esencial enseñarles y animarlos a socializar. Apuntarles a campamentos o cursos de verano les ayuda a a trabajar el autocontrol, el trabajo en equipo, la resignación y el compartir.