ONCOLOGÍA

La enfermedad circulante microscópica permite estimar el riesgo de recaída del cáncer

Detectar si hay enfermedad circulante microscópica permite estimar el riesgo de recaída del cáncer del paciente y así determinar el mejor tratamiento.

¿Qué es la enfermedad circulante microscópica que puede provocar una recaída de cáncer?

¿Qué es la enfermedad circulante microscópica que puede provocar una recaída de cáncer? / Vecstock. Freepik.

Las estimaciones de los expertos en oncología señalan que durante este año 2024 casi 300.000 personas desarrollarán algún tipo de cáncer en España. Tumores que si son diagnosticados a tiempo pueden ser tratados de forma precoz y mejorar el pronóstico del paciente que los sufre. 

Pero además del tipo de tumor, de la precocidad en su tratamiento, hay otro elemento que puede determinar la evolución de la enfermedad. Hablamos de la enfermedad circulante microscópica o enfermedad mínima residual

Como explica el doctor Juan Pablo Fusco, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Luz:

Tras la cirugía de un tumor primario, el paciente puede tener enfermedad en sangre llamada enfermedad circulante microscópica o enfermedad mínima residual, es decir, la presencia de un reducido número de células cancerosas que permanecen en el cuerpo y que no pueden ser detectadas por ninguna prueba de imagen como TAC o PET/TAC”. La presencia de estas células está directamente relacionada con el riesgo de recaída.

La presencia de enfermedad está directamente relacionada con el riesgo de recaída.

La presencia de enfermedad está directamente relacionada con el riesgo de recaída. / Freepik.

El especialista pone como ejemplo que “tras ser operado de un cáncer de colon, los pacientes tienen un riesgo futuro de recaída del tumor operado”.

  • Actualmente, la estimación del riesgo de recaída y la decisión de dar o no quimioterapia se basa en criterios clínicos como el tamaño del tumor o la afectación ganglionar, pero no tenemos en cuenta la enfermedad mínima residual”

En definitiva, el oncólogo expresa su preocupación por que al final, “podemos no estar viendo todo el bosque, digamos. Podemos estar valorando de forma parcial la enfermedad al no tener información sobre la enfermedad circulante”.

¿Cómo se puede detectar la enfermedad circulante microscópica?

Al no poder detectarse mediante una prueba de imagen, la detección de la enfermedad mínima residual se realiza mediante una extracción de sangre, que después se analiza para confirmar si hay ADN tumoral en ella. 

El análisis de una muestra de sangre permite detectar la enfermedad.

El análisis de una muestra de sangre permite detectar la enfermedad. / DCStudio. Freepik.

Una vez analizada, se compara con los resultados del análisis hecho al tumor primario, para ver la concordancia. Como explica el doctor Fusco:

  • Buscamos en la sangre las mismas mutaciones que tiene el tumor de la cirugía. Por ejemplo, si la mutación “A” está en el tumor, será la misma mutación que se busque en la sangre. Es la manera que tiene la tecnología de emparejar lo que tienes en el tumor y buscarlo en la sangre”.
  • Este procedimiento, según el experto, “es hacia dónde vamos, porque ya existe la tecnología para poder detectar la enfermedad no visible”.

"Por ejemplo, en el cáncer de colon después de operar el tumor, damos tratamiento de quimioterapia o no en función de los datos clínicos comentados previamente. Pero hay pacientes que no cumplen estos criterios para darles quimioterapia complementaria y, sin embargo, tienen enfermedad circulante microscópica, lo que se traduce en un alto riesgo de recaída”.

Ahora mismo, esta técnica no solo se está aplicando ya en el cáncer de colon, sino también en otros, como el carcinoma de vejiga. Pero el futuro de este tipo de diagnóstico es muy prometedor para valorar las probabilidades de que un paciente con cáncer pueda sufrir una recaída de la enfermedad.

En definitiva, tal y como subraya el oncólogo del Hospital Universitario La Luz:

  • “En los próximos años buscaremos la enfermedad mínima residual a aquellos pacientes operados de cáncer, detectar si hay enfermedad circulante microscópica y, de acuerdo a ello, estimar el riesgo de recaída para administrar el tratamiento sistémico posterior”.