Opinión | Buena jera

El valor de lo cercano

Tan importante como los números es el éxito de la filosofía de la Caja Rural de Zamora

Asistentes a la asamblea general de Caja Rural de Zamora.

Asistentes a la asamblea general de Caja Rural de Zamora. / José Luis Fernández

La Caja Rural de Zamora ha vuelto a batir récords positivos en el pasado ejercicio, el correspondiente al año 2023. Entre esos récords, un beneficio de 42,8 millones de euros, una cantidad que, comparada con la de los grandes bancos, puede parecer pequeña, pero que es poderosa, significativa y simbólica. Esto último, lo del símbolo, es la mejor demostración de que la filosofía de lo cercano puede conducir al triunfo empresarial.

En una época en la que predominan las noticias sobre fusiones, opas (amistosas o de las otras) y cifras de muchos ceros, adquiere un valor infinito la marcha vigorosa de una entidad pequeña que, además, opera en territorios vaciados (y vacilados) donde los listos creen que el dinero sigue estando bajo los colchones o en huecos entre adobes. La cooperativa de crédito zamorana que dirige Cipriano García está poniendo en práctica desde hace años algo que refleja su eslogan, "Gente como tú". Y así llega al corazón de la gente y no únicamente a sus cartillas, a sus bolsillos. Cuando muchas sucursales bancarias cierran a media mañana, cuando hay que echar una instancia, con pólizas, para que te miren y te atiendan, cuando se cierran oficinas y cajeros, es un milagro que otras entidades bancarias como la Caja Rural hagan justamente lo contrario. Y entre esos logros ocupa un lugar preferente el trato directo con el cliente, la atención personalizada, las explicaciones. ¡Qué diferencia, y lo digo por experiencia, con otros bancos donde parece que, en cuanto apareces, estorbas! Y, en la mayor parte de los casos, la culpa no la tienen los trabajadores, cansados de ser cada vez menos, de que se reduzcan las plantillas y, en cambio, aumenten las tareas.

Así las cosas, las cifras refrendadas el miércoles por la asamblea de la Caja Rural de Zamora son el mejor ejemplo de que existe otra forma de gestionar, de relacionarse con los ciudadanos. Una forma que implica una incardinación fuerte con la sociedad. Más allá de los balances económicos, hay personas, esas "Gentes como tú" de la que habla la propaganda, que agradecen el respeto y la deferencia cuando son tratadas como se merecen, que valoran tener cerca a alguien que les atienda, les aconseje y les ayude a solucionar sus problemas y sus dudas.

Hemos creado una sociedad donde solo parece importar el dinero, el prestigio, las ganancias, la fachada, el triunfo a cualquier precio. Y estamos olvidando valores como la solidaridad, la generosidad, la humildad. Por tanto, el éxito de ciudadanos o entidades humildes es una manera de mostrarnos que puede haber otros caminos. Casi 43 millones de beneficios en una provincia como ésta es un canto solemne a esa humildad, al apego a la tierra, a colocar por delante de la rentabilidad pura y dura virtudes que no son únicamente cifras y porcentajes.

"Caja Rural logra un beneficio de 42,8 millones con su modelo de proximidad". Así titulaba este diario el pasado jueves la información sobra la asamblea general de la cooperativa. Y destacaba en portada: "La apuesta de Caja Rural por las oficinas en los pueblos: 42,8 millones de beneficios". Es decir, relacionaba claramente el éxito de Cipriano García y su equipo con su atención a los pueblos, tan abandonados en otras facetas. Y cuando al medio rural se le atiende, el medio rural responde. En este caso, llevando dinero a la entidad que le presta atención y apoyo, desde patrocinar los carteles de las fiestas de su pueblo hasta el préstamo necesario para invertir o para salir de un apuro. Eso explica también un volumen de negocio récord: 6.614 millones.

Con frecuencia nos vemos bombardeados por los balances y beneficios de los grandes bancos. Pregunto: ¿alguien que tenga sus ahorros ahí considera suyos esos datos o les parecen lejanos, cosa de otros? Con la Caja Rural de Zamora no sucede eso. La gente la considera suya, cercana, propia. Y eso vale mucho.

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