Enfadados con el mundo

No es una apreciación personal, es una apreciación generalizada. Son marginales en el orbe político, pero siguen dando guerra, haciendo valer sus postulados como si ellos, y solo ellos y ellas, tuvieran la razón. Y, o estás con ellos o estás contra ellos. Todavía no han entendido que hay un término medio. Son incapaces. Estoy hablando de las gentes de Podemos, siempre poniendo en tela de juicio a todo y a todos.

Para Ione Belarra e Irene Montero todos los que no sean ellos y nada más que ellos, somos sus potenciales enemigos. Cuando no tienen otra cosa que hacer, en sus vidas han dado un palo al agua, se dedican a meterse contra cualquier colectivo que se les ocurra. Tienen fijación por controlar a la prensa, y aunque se les llena la boca hablando de libertad, la de ellos, quieren acabar con la libertad de prensa, la libertad de expresión y todas las libertades acuñadas en democracia.

Belarra y compañía han vuelto a las andadas redoblando su ofensiva contra los medios de comunicación. En esta ocasión han registrado una proposición de ley en el Congreso de los Diputados para señalar públicamente a los propietarios, accionistas, directores y trabajadores de televisiones, radio, productoras y medios de comunicación en general. Les gustaría manejar semejante cotarro. Se les hace la boca agua. A estos es a los que, políticamente, estuvo amamantando Pedro Sánchez.

Se agarran a que deben luchar contra la desinformación y acabar con las noticias falsas con el fin de democratizar los medios de comunicación y en ello están empleándose a fondo. Sin embargo, el objetivo no se queda con esa premisa y los morados buscan aumentar el control de los medios de comunicación, fichar a los accionistas directivos y que incluso tengan que declarar sus bienes en un registro público. ¿Y ellos? Cree el ladrón que todos son de su condición.

Quieren el control total de los medios y a periodistas sumisos y afines que escriban al dictado de quienes mientras gobernaron en comandita, perdón quise decir en coalición, demostraron que tienen la cabeza en los pies.

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