Opinión | Buena jera

Con el corazón partío

Confusión, polémica y poca lógica en el reparto de trasplantes cardiacos

Operación de corazón

Operación de corazón

Pasan tantas cosas a diario (y no nos enteramos de todas) que es imposible abarcarlas con un mínimo de conocimiento. Quizás por ello proliferen hasta el vómito los bulos, las falsedades, las mentiras, las especulaciones y un extenso repertorio de ignominias que, en muchas ocasiones, dejan indefenso al ciudadano que se acerca a las llamadas redes sociales (habrá que empezar a denominarlas mentirotes o algo así) en busca de información fiable. Ahora es difícil hallarla. Antes se decía aquello de que los hechos son sagrados y las opiniones, libres. En la actualidad, los hechos ya no son sagrados; son interpretables o, peor aún, manipulables hasta el punto de convertir en verdadero lo que advertía George Orwell en su espléndida e inquietante "1984". Vino a decir que quien domina el presente domina el pasado y quien domina el pasado domina el futuro. O sea: desde el presente se puede cambiar el pasado y acomodar el futuro a nuestro albedrío, lo cual, claro, justifica decisiones y actuaciones. Así, por ejemplo, una entidad "cultural" pagada por la Generalitat de Cataluña "demuestra" que Cervantes, Santa Teresa y El Cid eran catalanes. Quien manda en el presente….

Si tenemos capacidad para inventar todo lo inventable, es «lógico» que inundemos las redes sociales, los mentirotes, con todo lo que se nos ocurra, tenga o no que ver con la realidad

De modo que si tenemos capacidad para inventar todo lo inventable, es "lógico" que inundemos las redes sociales, los mentirotes, con todo lo que se nos ocurra, tenga o no que ver con la realidad. Y que esa inundación anegue también las noticias que sí son noticia y las convierta en sospecha o haga que pasen casi desapercibidas. ¿No les ha pasado a ustedes que una noticia de hace dos días les parece del Paleolítico? Se ha hecho vieja en un suspiro y ya ha sido engullida por otras novedades destinadas a correr la misma suerte. Y como ahora lo noticiable se basa, casi siempre, en declaraciones de autoridades de toda laya y condición y estas se producen a todas horas, pues tenemos noticias relámpago, a tiempo parcial; es decir duran lo que tarda otro político en hablar. Eso me ha sucedido a mí con un asunto que me tenía preocupado desde que saltó a la palestra. Me refiero a la intención de la Junta de repartir los trasplantes de corazón entre el Hospital Universitario de Valladolid, donde se realizan ahora, y el complejo médico de Salamanca. La polémica ha estado, y está, servida y afecta a toda la población.

El tema no es baladí ni de esos que pueden parecernos lejanos. Hablamos de un problema sanitario que parecía resuelto (o eso opinan los expertos), pero que a alguien con mando en plaza se le ha ocurrido mover. ¿Por qué? Ahí entran juego especulaciones, opiniones y demás, Sin embargo, no parece que la Junta haya tenido en cuenta el criterio de los expertos. La Sociedad Española de Cardiología (SEC) desaconseja de forma rotunda la puesta en marcha de un segundo hospital, el de Salamanca, que lleve a cabo trasplantes de corazón restando actividad al Clínico de Valladolid. Estas afirmaciones están contenidas en un informe remitido por la SEC a la Consejería de Sanidad de la Junta que deja clara su postura y que viene a sumarse a lo opinado por la Organización Nacional de Trasplantes y otras entidades. Lo resumen en una afirmación: si se dividen los trasplantes, habrá peores resultados.

Pese a estas advertencias, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, mantiene la decisión de llevar trasplantes a Salamanca; eso sí, asesorados, dirigidos o como quiera llamarse por el equipo de Valladolid. Tras unos días de contradicciones, ha querido dejar claro que no habrá dos programas de trasplantes, sino uno solo pero "reforzado". Y pregunto yo: ¿hacía falta todo esto?; ¿por qué la Junta no hace caso a tantos y tantos expertos que le recomiendan que los trasplantes sigan como están y no se compliquen la vida? y ¿por qué don Alejandro no aborda otros problemas más graves de la sanidad regional en vez de dejarnos con el corazón partío? Misterios de la ciencia.

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