Opinión | Buena jera

¡Qué tabarra con la gabarra!

Bien que se celebren los triunfos, pero que los retransmitan en directo horas y horas…

Bilbao y la Ría se abarrotan ansiosos de ver la gabarra

Bilbao y la Ría se abarrotan ansiosos de ver la gabarra / Luis Tejido

Con la cabeza aun llena de embarcaciones, ría, camisetas rojiblancas, gritos y llantos de felicidad, acudo al diccionario de la RAE a ver que me cuenta de la palabra tabarra, muy habitual por estos pagos nuestros. Y dice: "Molestia causada por algo pesado e insistente". Y cita como sinónimos "lata", "matraca", "tostón". A los que se podrían añadir "paliza", "tunda", "fastidio". O sea, que no faltan palabras para definir lo que muchos sentimos desde que hace una semana el Athletic de Bilbao se hizo con la Copa del Rey tras derrotar en los penaltis al Mallorca, es decir una de las mayores hazañas y glorias futbolísticas de todos los tiempos. Desde esa noche, cenamos gabarra, desayunamos gabarra, tomamos vinos y tapas con gabarra, comimos gabarra y así durante varios días y lo que nos queda. Supimos todo de la susodicha gabarra: dónde ha estado estos 40 años que no ha salido con los jugadores porque los de San Mamés no ganaron nada; cómo es, cuanto mide, cuánto pesa, cuantos caben, etcétera, etc. Aprobamos primer curso de Gabarrología en sesiones intensivas y continuas. Y así seguimos. Ya dominamos la materia aunque vivamos en Zamora, en Almería o en Villatempujo de Arriba.

Antes de continuar, que conste mi felicitación al club bilbaíno, a su plantilla, a Ernesto Valverde, que cada día me cae mejor, a su afición, a la ciudad, a la provincia y demás. Pero, hombre, una cosa es eso y otra muy distinta que informativos de televisión y radio y periódicos nacionales abran sus informativos y sus ediciones con la gabarra de marras. Es decir, que nos den la tabarra con la gabarra durante horas y horas y que, incluso, retransmitan en directo su itinerario por la ría del Nervión, que, por cierto, nace en Burgos. ¿No había noticia más importante? Parece que no. Y eso que, según las cifras más o menos oficiales, "solo" había 120 embarcaciones acompañando a la gabarra y un millón de personas jaleando en las orillas. (Los bilbaínos de pro calculan que eran unas 10.000 embarcaciones y unos 15 millones de hinchas los que estuvieron en el espectáculo. Ya se sabe cómo se las gastan en Bilbao y cómo son los bilbainadas).

-Vamos a ver, que yo me entere: ¿por qué tienen que ovacionar en Bilbao a la portavoz del PP?, ¿qué ha hecho?, pregunta el señor Servideo, que anda un poco duro de oído.

-No, Servideo, no; aplauden a la gabarra, no a Cuca Gamarra, le aclara el señor Afelio.

-Ah, ya decía yo que era muy raro el asunto, pero, claro, en estos tiempos que corremos y con las elecciones vascas a la vista, pues eso, que todo podía ser posible.

-Esto es cosa del fútbol, Servideo, que han ganado una Copa y lo están celebrando remando por la ría.

- Acabáramos. ¿Y para eso tanto revuelo y tanto rato en la tele?

Muchos nos hemos hecho la misma última reflexión que el señor Servideo. ¿Es lógico tanto directo, tantas fotos de portada, tantas conexiones radiofónicas ¡¡¡cuando ni siquiera había comenzado la gabarrada!!!? Creo que ha sido una exageración, pero parece que vamos a continuar por ese camino. ¿Quién le niega un trato semejante a una victoria del Real Madrid, del Barcelona, del Atlético de Madrid, del Betis o de otro club? Con el precedente de Bilbao, mucho me temo que el espectáculo no ha hecho más que empezar. El espectáculo, quizás sea esa la clave. Estamos convirtiendo todo en un espectáculo. Cualquier acto que se precie tiene que ser ya un espectáculo, una demostración externa de la alegría, la felicidad y hasta del dolor. (Tal vez por ese sentido del espectáculo, de que se note fuera lo que llevamos dentro, se aplauda ahora en los entierros cuando antes solo había silencio)

-O sea, ¿Qué Gamarra no es del Bilbao?, pregunta el señor Servideo, que se ha vuelto a liar.

-Y yo que sé. La que sí es del Athletic es la gabarra, la gabarra.

De acuerdo, pero que no nos den tanta tabarra si los de San Mamés vuelven a ganar algo.

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