Opinión

Portugal a las urnas: ¿volverán a acertar las encuestas?

Más de diez millones de votantes del país vecino están llamados hoy a las urnas

Votaciones, hoy en Portugal

Votaciones, hoy en Portugal / Eliseo trigo

Más de diez millones de portugueses están llamados este domingo a votar en unas lecciones que no deberían de haberse celebrado hasta el año 2026, pero que se han precipitado tras la dimisión del primer ministro Antonio Costa en noviembre del año pasado por la detención de varios de sus hombres de confianza en una operación contra la corrupción de la policía portuguesa. Costa, un veterano socialista respetado en el país y en el conjunto de Europa, gobernaba con una mayoría sólida, pero prefirió dejar el gobierno ante las sospechas que se cernían sobre su figura. Tras consultar a todos los partidos, el presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa decidió disolver la Asamblea de la República y convocar elecciones legislativas para este domingo 10 de marzo.

Portugal, tan cerca y tan lejos, tiene un sistema político con algunas similitudes al español, pero también muestra dinámicas diferentes a las que se producen a este lado de La Raya. Para empezar, Portugal es un Estado unitario y están prohibidos -de facto- los partidos nacionalistas, por lo que los dos grandes partidos nacionales articulan la vida política en todo el territorio. A diferencia también de nuestro país, en Portugal es sistema es unicameral, no existe el Senado, y los 230 diputados de la Asamblea son los únicos legisladores del país. En lugar de provincias, los diputados se eligen a través de distritos electorales en proporción a su población, siendo los de Lisboa con 48 y el de Porto con 40, los dos distritos más relevantes del país; entre los dos, eligen a casi el 40% de los diputados. En España, entre Madrid y Barcelona eligen por cierto algo menos del 20% del total de diputados. El sistema es también proporcional a través del método d'Hondt, como en nuestro país y, al igual que aquí, los distritos del interior eligen muy pocos diputados: Beja, Braganza, Évora, Guarda y Portalegre eligen tres o menos diputados y son todos territorios raianos con España. Por finalizar la parte metodológica, la Asamblea lusa reserva dos diputados para los portugueses que viven en Europa, y otros dos para los que residen en el resto del mundo, una circunstancia que en nuestro país no se contempla. 

A las elecciones se presentan dos candidatos con posibilidades reales de gobernar. A la izquierda del tablero el gobernante Partido Socialista, liderado por su secretario general Pedro Nuno Santos, natural de Madeira y representante del alma más moderada del partido. Nuno se impuso en primarias, ese brillante invento del presidencialismo norteamericano que los europeos hemos importado de manera tan acrítica como ágrafa, al candidato del ala izquierdista, José Luís Carneiro. Las encuestas le otorgaban hasta hace pocas semanas el primer puesto en cuanto a votos y escaños, pero esa tendencia ha cambiado en los últimos días, ante la fuerte subida de su adversario principal, por lo que no está nada claro que consiga, en solitario o con los partidos a su izquierda, los 116 escaños necesarios para gobernar -el PS dispone ahora mismo de 120-. 

En frente tendrá a la Alianza Democrática, una coalición formada por varios partidos desde el centro hasta la derecha liderada por los conservadores del Partido Social Demócrata (PSD) y de la que forman parte tanto el CDS – Partido Popular como el Partido Popular Monárquico. Los nombres pueden llamar a engaño al lector español, ya que el PSD es un partido de centro derecha alineado con el Partido Popular europeo y debe sus siglas a los años de la transición de la dictadura a la democracia en el convulso Portugal de los años setenta, un país que a punto estuvo de convertirse en una dictadura militar de extrema izquierda y en el que nadie reivindicaba en públicos la terminología derechista. Al PSD pertenece por cierto el líder de la Alianza, el portuense Luis Montenegro. A su lado, el CDS/PP, un partido de inspiración democristiana y que también forma parte de la familia del Partido Popular europeo. Las encuestas de los primeros días de marzo lo aupaban al primer puesto, aunque está por ver en cuánto escaños se traducirá esa ventaja y en qué medida necesitara ayuda para formar gobierno. Y ahí surge otra diferencia con España, ante la subida que las encuestas otorgan a Chega! (¡Basta!), una escisión por la derecha del PSD surgida hace pocos años y que podría llegar a duplicar su presencia en el parlamento. Ante esta circunstancia, el líder socialista ha declarado que facilitaría la investidura en solitario de los conservadores para cerrar el paso al gobierno a los de Ventura y evitar así que el centro derecha dependa de la derecha populista para gobernar.  

Chega! es un partido nacionalista que en el Parlamento Europeo se ubica dentro del grupo parlamentario Identidad y Democracia, junto con otras formaciones de la derecha populista europea como las lideradas por Marine Le Pen en Francia o Salvini en Italia. Con el periodista André Ventura al frente, los sondeos le otorgan hasta un histórico 20% que los podría convertir en decisivos para la gobernabilidad del país. En este escenario cobra especial relevancia un pequeño partido, Iniciativa Liberal, fundado en 2017 y que cuenta hoy con ocho escaños en el parlamento, presencia que podría aumentar y que podría ser clave para un gobierno con el PSD que no pasara por Chega!. Se trata de un partido con una clara apuesta por la liberalización económica -algo sorprendente en un país de larga cultura estatista - y en lo social. Liderados por Rui Rocha, podrían ser la llave del gobierno a partir de esta noche. 

El resto de las formaciones juegan un papel a priori poco relevante en estos comicios, tanto el Bloque de Izquierdas como el Partido Comunista no parecen en disposición de obtener resultados que les permita jugar un papel relevante durante los próximos años en el Palacio de San Benito, sede del legislativo portugués.  

Portugal es un socio clave para España, un país con el que compartimos espacio geográfico, una historia tormentosa y una cercanía económica, social y cultural especialmente visible en las provincias que rayan entre los dos países. Así que haremos bien en estar atentos a los resultados de hoy, especialmente los partidos ubicados en la izquierda de nuestro tablero político: ya lo dice el refrán; cuando las barbas de tu vecino veas pelar…

(*) Politólogo y director de asuntos públicos de ATREVIA