La Opinión de Zamora

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Cristina García Casado.

Los telares de Cris

Cristina García Casado

La Sierra de la Culebra y la dignidad

Zamora salió en masa a la calle como demasiadas pocas veces para pedir respeto y atención

MANIFESTACION POR EL INCENDIO EN LA SIERRA DE LA CULEBRA. EMILIO FRAILE

Tenía esperanza pero no fe en que fuéramos muchos el martes en La Marina, y lo fuimos. Más de 5.000 personas con cencerros y cazuelas y creativas pancartas en esta provincia tan desentrenada en la protesta. Zamora salió en masa a la calle como demasiadas pocas veces para pedir respeto, atención y dignidad.

El día que comenzó a arder la Sierra de la Culebra, sobre la llana y ocre Tierra del Pan cayó la misma tormenta seca. Corrimos a apagarlo todo, desenchufamos, nos alejamos de los hierros y, en la medida de lo posible, de los árboles. Después de ese escándalo tan tropical que pareció eterno salimos y apenas estaba mojado el suelo. Como un mal presagio.

En el colegio me parecía tan exótica esa zona verde y con relieve en una provincia que yo entonces solo conocía planísima y de secano. Siempre me preguntaba si lo de la culebra sería por el reptil o por su silueta curvilínea, y acabo de leer en la Wikipedia que podría ser por las dos cosas. Esta semana toda España ha conocido su vistoso nombre. Lo que era y lo que ojalá vuelva a ser.

En los días más duros del incendio, cuando estaba “fuera de capacidad de extinción”, parecía que solo preocupaba en Zamora. En nuestras redes sociales había mucha tristeza por la tragedia, pero también una indignación compartida al sentir que ni aún quemándose más de la mitad de la superficie de Ibiza en esta provincia se nos hacía caso, importábamos, alguien de otro sitio nos dedicaba siquiera un mínimo emoticono de corazón partido.

El campo necesita gente y necesita ganado para defenderse de inclemencias que son cada vez más tempranas, más frecuentes y más intensas por el cambio climático

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Después cambiaron las cosas. Porque protestamos, porque movimos frenéticamente los brazos hasta hacernos ver, porque esta vez, como dice el nombre de la plataforma, “La Sierra de la Culebra no se calla”. Han terminado defendiendo nuestra causa algunos de los comunicadores y artistas más influyentes del país: El Gran Wyoming, Héctor de Miguel (Quequé), Inés Hernand, Manuel Burque, Rodrigo Cuevas y Javier Gallego dedicándonos un episodio de Carne Cruda que os recomiendo encarecidamente.

“La España calcinada: causas de la nueva ola de incendios” es importante porque habla de mucho más que de extinción. El abandono también quema, decía una de las pancartas que llevamos a la concentración. España vaciada, España calcinada, gritaba la otra. Dibujamos una ovejita y se nos olvidó la lágrima, pelo luego nos dimos cuenta de que ya estaba triste.

Hay que gestionar muchísimo mejor la prevención y reacción ante los incendios, ha quedado claro. Pero no basta: el campo necesita gente y necesita ganado para defenderse de inclemencias que son cada vez más tempranas, más frecuentes y más intensas por el cambio climático. Mi abuelo decía que aquí hay nueve meses de invierno y tres de infierno. Esta vez el infierno se adelantó al verano.

Solo el pueblo salva al pueblo. Gente a favor de gente. Eso es lo que tenemos: una fuerza que no se conoce hasta que se ejerce

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Se necesitan más recursos, mejores condiciones para los bomberos forestales y adaptar la planificación a la nueva realidad climática. A principios de mayo ya hacía mucho más calor en Zamora que en Almería. No podemos seguir viviendo con normas de un mundo que no existe más.

Uno de los vehículos de bomberos que vi en los días del incendio estaba lleno de personas originarias de otros países. Que no se nos olvide cuando algunos tomen la palabra “inmigrante” en vano. Solo el pueblo salva al pueblo. Gente a favor de gente. Eso es lo que tenemos: una fuerza que no se conoce hasta que se ejerce.

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