Los errores y pecados que cometen los políticos los pagamos los ciudadanos. Somos los grandes perjudicados de sus mentiras, de sus apuestas arriesgadas, de sus propios intereses, de todo lo que les hace creerse por encima del bien y del mal, poseídos como están de sí mismos. Les importamos un bledo, ¿qué digo?, menos que un bledo. Por cierto, el bledo es una planta de tallo rastrero que resulta ser comestible. La otra acepción asegura que en frases afirmativas o negativas con el verbo importar o como una expresión equivalente significa “nada o muy poco”. Pues, eso, que les importamos nada. Muy poco sería algo y faltaríamos a la verdad.
España, y fundamentalmente los españoles vamos a pagar la arrogancia de Pedro Sánchez. Tras defender su apoyo a la autonomía marroquí para el Sahara, Argel anunciaba la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, suscrito con España. Y cuando José Manuel Albares, ministro de Exteriores, aseguraba que Argelia es “un país amigo de España”, el director general de la Asociación de Bancos y Establecimientos Financieros de Argelia, instaba por escrito a “congelar” la actividad comercial con España.
España se ha convertido en un colador inmenso por donde este Gobierno nos ha colado mentiras, falsedades, invenciones, falacias, quimeras, ficciones y siguen, sólo que el colador se va estrechando y ya ni ellos mismos se creen sus propias mentiras. Con la suspensión del Tratado de Amistad y las actividades comerciales bilaterales que van a hacer mucha pupa a tantas y tantas empresas españolas, Argelia está dispuesta a tensar la cuerda al máximo con España. Sólo Sánchez y Albares han debido creer que el hecho de habernos convertido en rehenes del monarca alauita, nos iba a salir gratis.
La cosa está mal. Sólo nos puede librar de la que se avecina el acuerdo de asociación entre Argelia y la UE
La cosa está mal. Sólo nos puede librar de la que se avecina el acuerdo de asociación entre Argelia y la UE, en vigor desde 2005, que prohíbe el boicot a los productos de un Estado miembro. España lo es, de momento. Tampoco me extrañaría que, empujado por sus socios de Gobierno, Sánchez acabara dando la espantada. No creo porque entre julio y diciembre de 2023, España asumirá la presidencia de turno de la Unión Europea que, de entrada, está condicionando ya la estrategia electoral del Gobierno y más concretamente de Pedro Sánchez que está deseando presidir la UE.
Y mientras Sánchez espera, el boicot comercial y la presión migratoria son la respuesta de Argelia contra Sánchez que acabaremos pagando todos los españoles. Para empezar, oleada de pateras a Baleares procedentes de Argelia, horas antes de romper con España, con la consiguiente preocupación de Policía y Guardia Civil.
