La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Carmen Ferreras

Zamoreando

Carmen Ferreras

Menos ansiolíticos

Atención Primaria necesita especialistas en salud mental

MEDICAMENTOS TRANQUILIZANTES JESUS DE ARCOS

Quizá porque soy enemiga de tomar fármacos, no puedo entender que intentemos solucionar parte de nuestros problemas, cuando los tenemos, optando por una pastillita presuntamente reparadora con la que pretendemos remediar el problema. Prefiero emplear la fuerza de la mente que no es nada esotérico, nada raro, nada perteneciente al otro mundo, antes de hacernos adictos y adeptos a los ansiolíticos, tan de moda desde hace tantos años, sobre todo en España, donde cuentan con una legión de fervientes defensores.

España ha sido siempre un país con un alto consumo de fármacos ansiolíticos. Tras la pandemia las cifras han aumentado hasta porcentajes increíbles. Somos el país del mundo donde más ansiolíticos se consumen. Ser el number one en semejante ranking no es lo más deseable. La organización de consumidores (OCU) ha denunciado que las benzodiacepinas son los medicamentos a los que más se recurre para tratar el insomnio o la ansiedad y la mayoría de las veces son la única alternativa que se le ofrece al paciente. Qué pena. Porque alternativas hay.

La realidad se impone y nos dice que España se sitúa a la cabeza en el consumo de medicamentos como Valium, Trankimacin y Orfidal. Los tres, al igual que la mayoría, tienen un alto riesgo de generar dependencia e incluso efectos adversos. Vamos a hablar con conocimiento de causa y diciendo la verdad. Las dependencias no me gustan. Es lo que pasa también con las drogas.

La realidad se impone y nos dice que España se sitúa a la cabeza en el consumo de medicamentos como Valium, Trankimacin y Orfidal.

decoration

Depender de un fármaco para dormir, para disfrutar, para reír, para vivir, me parece muy triste. España necesita, sobre todo en Atención Primaria, especialistas en salud mental. De esos que no se quiten de encima al paciente con la prescripción de uno de los fármacos citados. Hay que explorar todas las alternativas que se ofrecen. El alarmante aumento del consumo de benzodiacepinas es la prueba de que, por un lado, no estamos tratando de forma adecuada los problemas de salud mental y, por otro, muchas veces estos fármacos se recetan a la ligera, por ejemplo en gente mayor y a la mínima señal de insomnio. Hay tisanas extraordinarias que no generan adicción y ayudan a conciliar un sueño reparador.

De hecho, casi la mitad de las visitas al médico de familia es por problemas de este tipo. Lamentablemente se prescriben habitualmente estos fármacos porque no hay ni tiempo ni especialistas para valorar el problema y optar por otros recursos como la psicoterapia. Y no parece tener solución a pesar de saber que junto al alcohol y el tabaco, estos fármacos son lo que se consumen de forma habitual a edades más tempranas, concretamente a los 14 años. Menos ansiolíticos y más salud mental.

Compartir el artículo

stats