Se trata de uno de los más hermosos sentimientos del individuo, nace con él, y se conserva en principio en estado de letargo, es de su propiedad, pero puede crecer, desarrollarse, florecer, y provocar un enorme gozo, o quedarse enquistado como un granuloma para siempre.

El individuo, que disfruta de ella, es más individuo, es más virtuoso, no vive solo jamás, ni ausente, ni triste, se va a sentir lleno, pleno, además de gozoso y generoso. Es más flexible, se adapta mejor, vive más en armonía con la vida, es mayor y mejor el grado de disfrute, frente a cualquier cosa, y en cualquier circunstancia.

Nacemos, y la inercia de la vida, el empuje del camino vital, nos mueve a todos en la misma dirección, y es en este camino donde podemos encontrar ayuda, comprensión, paciencia, gratitud, compañía, y donde empezamos a sentirnos más cerca de unas personas que de otras.

Da así comienzo una amistad que es cercanía y comprensión mutua, sobre la base de unos intereses compartidos, nos empujamos cuando flaqueamos, nos reímos las gracias, en definitiva, nos sentimos satisfechos, a gusto, nos necesitamos.

Nuestras llamadas, nuestros intensos deseos de compartir, nuestra necesidad de vernos, nos hace sentirnos muy cercanos, incluso al lado, somos amigos, nos apreciamos, lo pasamos bien juntos, nos echamos de menos, nos necesitamos, tenemos un mismo itinerario que nos cohesiona, con más fuerza frente a los otros.

Pasado el tiempo, y si el itinerario es el mismo, esta relación crece, se desarrolla, e incluso florece, llegando a dar frutos, como encuentros de todo tipo, visitas a otros lugares, a otras personas, compartimos estudios, curiosidades, formación general. La cercanía crece y se hace más solida y rica, normalmente se implican las familias respectivas.

Es un hecho, que los potenciales amigos, en su trayectoria vital inicien un acercamiento progresivo pudiendo producir un reequilibrio de la dinámica de la familia, que puede suponer como fuerza extraña, en principio una expectativa, y posteriormente una absorción o rechazo dependiendo de las singularidades del compañero y de nuestros intereses, pero generalmente como el sentimiento es espontáneo y nació hace años, la relación de cercanía y el afecto, lo normal es que siga, y sigua enriqueciéndose al tener más actores que propician su calor

Es una amistad agradable, serena, que aporta sentimientos de paz, y seguridad, aunque en el fondo sigue siendo una amistad útil e interesada, Nos permite compartir compañía, ayuda, complicidad, tiempo, y además nos aporta bienestar y alegría, los intereses se suman y con ello nuestra seguridad.

Seguimos en el camino de la vida y ocurre que, misteriosamente, de forma circunstancial o de cualquier otra forma, nos hemos encontrado con alguien, otra persona se ha situado en nuestro camino, no la conozco, no sé quien es ni me lo imagino lo único que me ocurre es que me siento bien el tiempo que hemos compartido, se me ha hecho breve y agradable, su recuerdo me satisface, incluso sueño con él y la deseo.

La amistad pura, separada por una fina línea imperceptible del amor, es donde además de aceptación y respeto se dan la lealtad y fidelidad sinceras

Llego a casa y pienso, doy vueltas a los pormenores del encuentro, lo miro por todas las aristas, lo huelo y saboreo, y me gusta, me satisface, me proporciona alegría. Sin saber porqué, normalmente decimos frente a estos hechos, , me ha caído bien, que persona tan agradable, que correcta, además de cercana simpática y agradable, cuanta alegría me ha comunicado, que fácil me ha hecho sentir todo ,como ha fluido el tiempo.

Obviamente, estas expresiones se repiten, estoy deseando volver a vivirlas, puede tratarse de un hombre o una mujer, mayor o menor, de nuestra u otra raza o religión etc., en definitiva puede ser cualquiera, pero el hecho es que me hace sentir distinto, me transporta a otro espacio más tranquilo. sereno, exento de presiones, mas gozoso, en definitiva se da una mutua empatía, la complicidad innata de sentirnos cercanos, ha nacido , está ahí, he encontrado a un amigo, a una persona que me facilita la vida, con la que me entiendo sin hablar, me complace, nos comprendemos, “es un alma en dos cuerpos”, Aristóteles.

Nuestra gratitud es mutua, nuestro bienestar compartido, nuestra alegría infinita, han desaparecido las presiones de todo tipo, así como las expectativas, no nos imaginamos cargando con la presión de , “tengo que quedar bien” , tengo que medir tal o cual expresión para no ser inoportuno o inadecuado,

Un amigo es un otro yo, alguien que emocionalmente siempre estará a tu lado, que sin explicaciones te entiende, comparte todo lo bueno y lo malo, y jamás lo juzga, alguien que siempre te da ánimos, alguien frente al que sientes cierta protección y seguridad, y siempre está en ti, para servirte, para romper tu soledad.

Es tan profunda la relación, sincera y desinteresada, tan altruista y generosa, tan espontánea, tan injertada dentro del corazón que no mides nada, no controlas nada, te regalas, sirves, incluso en ocasiones cuando se trata de sexos diferentes, puedes compartirle, cuando se carece por ambos de compromiso estable, por la satisfacción y dulzura que te aporta el amigo del alma, es la plena y total entrega, es la dualidad vivida desde la unidad, es la amistad pura, separada por una fina línea imperceptible del amor donde además de aceptación y respeto se dan la lealtad y fidelidad sinceras.

(*) Médico psiquiatra