Mientras escribo estas líneas puedo ver reposando sobre el escritorio viejos apuntes que he ido acumulando a lo largo de estos años dedicados a la enseñanza. Cada comienzo de curso disfruto entregándome al ritual de revisar detalladamente todos los contenidos que me sirvieron para preparar las clases en el pasado, realizando anotaciones y recuperando anécdotas interesantes para las sesiones futuras. En estas semanas, en las que profesores y alumnos volvemos a la cotidianidad de las aulas, es un buen momento para desempolvar las viejas lecciones que nos deja el pasado y que nos ayudan a entender un poco mejor el presente.

A quienes impartimos las clases de Historia nos corresponde la responsabilidad de ordenar todos esos eventos lejanos, unos sucesos que nos permiten conocer un poco mejor el mundo al que nos enfrentamos hoy en día. Entre todos esos acontecimientos, viene a mi memoria un hecho histórico que tiene una especial trascendencia para todos los zamoranos y zamoranas: la historia del Cerco de Zamora. Justamente dentro de un año se producirá el 950 aniversario del Cerco de Zamora. El 7 de octubre de 1072 se desencadenaron una serie de acontecimientos que colocaron a la ciudad de Zamora en la primera plana de la Historia de España. Unos acontecimientos de gran relevancia política en la época, unos hechos que trascendieron hasta convertirse en una parte fundamental de la memoria y de la identidad del pueblo zamorano. Más allá de su perenne recuerdo, cabe preguntarse cuál debe ser el lugar del Cerco de Zamora hoy en día y de qué manera se transmitirá a las futuras generaciones. No es una respuesta sencilla, pero el año que viene es una buena oportunidad para reflexionar al respecto, para reencontrarnos con nuestro pasado y para proyectarnos hacia el futuro.

Los pueblos y sociedades pujantes, no son los que olvidan su pasado ni los que lo recuerdan con nostalgia, sino aquellos que son capaces de transformar su historia en fuente de prosperidad

Por ello, en las últimas semanas, el Grupo Municipal del PSOE hemos trabajado en un documento que pretende aprovechar la efeméride del Cerco de Zamora para la recuperación de la maltrecha economía de la ciudad. A falta de un año para la conmemoración del aniversario y de tres meses para que arranque el 2022, esta propuesta pretende aunar esfuerzos para que el 950 aniversario del Cerco de Zamora no sea una fecha más en el calendario, que se despache con un par de actos conmemorativos en la primera semana de octubre del año que viene. Esta iniciativa busca incorporar a las asociaciones culturales de la ciudad en una programación anual con el Cerco de Zamora como eje vertebrador, que se integre en una política municipal de promoción turística y hostelera, y que involucre a toda la sociedad civil zamorana. Desde eventos deportivos como la “Carrera del Cerco de Zamora” que organiza la Asociación Zamorana de Esclerosis Múltiple, hasta eventos culturales como festivales de música antigua o recreaciones de sucesos históricos autóctonos, de los que tenemos precedentes muy recientes.

Las alternativas son múltiples para contribuir a un mismo objetivo: convertir la historia del pasado en un factor de desarrollo en el presente. Los pueblos y sociedades pujantes, no son los que olvidan su pasado ni los que lo recuerdan con nostalgia, sino aquellos que son capaces de transformar su historia en fuente de prosperidad. Para ello, también debemos fomentar el cuidado de nuestro patrimonio, garantizar la conservación y reparación de zonas de interés histórico, y poner en valor lugares como el Campo de la Verdad, elementos patrimoniales como la Cruz del Rey Don Sancho, o actividades interactivas como la “ruta del Cerco”.

Cuando los concejales socialistas venimos insistiendo desde hace tiempo en la necesidad de promocionar la candidatura de Zamora a Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco, no estamos buscando únicamente un merecido reconocimiento a la ciudad, sino que pretendemos proyectar Zamora hacia el futuro. Nuestro patrimonio no es solamente valioso por su interés histórico y artístico, sino que es el principal activo del que disponemos los zamoranos para el desarrollo económico de la ciudad. Un patrimonio que el aniversario del Cerco de Zamora puede contribuir a potenciar y promocionar. Sin caer en el desaliento es prudente admitir que no estamos en condiciones de desaprovechar este tipo de oportunidades. Los acontecimientos históricos son mucho más que fechas en un calendario, hablan de la idiosincrasia de sus habitantes y del carácter de sus gentes, nos cuentan lo que fuimos y nos advierten de lo que pudimos llegar a ser, y también nos dan pistas de las huellas que podemos seguir para reencontrarnos con nuestra historia.

Antes de regresar de nuevo a esas viejas cuartillas y de comenzar a preparar la próxima clase, viene a mi mente aquella estrofa del Romancero de Zamora donde Fernando I de León comunicaba su herencia a su hija Doña Urraca. “Zamora la bien cercada; de parte la cerca el Duero, del otro peña Tajada, del otro la Morería; una cosa muy preciada”. Ha pasado casi un milenio desde aquellos versos, unas palabras que nos recuerdan la valiosa herencia que nos dejaron nuestros antepasados y la importancia de convertir su legado en la salvaguardia de nuestro futuro.

(*) Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento