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Del Motín de la Trucha al Motín del Black Bass

Este agosto arden los pueblos, pero es de indignación

Del Motín de la Trucha al Motín del Black BassCedida

Si en la historia fue una trucha que no dejaban comprar / al hijo del Pellitero que no es noble en la ciudad, / este verano los peces que no se pueden pescar / -como los barbos, los lucios, percas y carpa royal- / al pueblo llano en Zamora de nuevo van a indignar / como a bravos zamoranos de la época medieval.

Porque el embalse del Esla ha decidido vaciar / el capital de Iberdrola, la gran empresa sin par. / Y en el embalse este año no nos podemos bañar: / ni en Ricobayo, en Palacios, ni en Muelas, ni en Manzanal. / Son cerca de veinte pueblos que sufren el secarral / que provocan los negocios de la multinacional.

Y en las tierras vaciadas, mas que vacías no están, / voces se oyen de las gentes que gritan en el erial: / ¡A la calle, que ya es hora de volverse a rebelar / como en Motín de la Trucha, en el Motín del Black Bass!

Y la semana pasada en nuestra zona rural / las gentes se rebelaron, y salieron a luchar: / y en los pueblos de Zamora, también en la capital, / se vio a nuevos Pelliteros por la justicia clamar.

Si una trucha fue la chispa que llevó a los zamoranos / a prender fuego a una iglesia con los nobles encerrados, / donde unas hostias volaron en lo que fue un gran milagro / y las otras repartieron al pueblo llano a destajo, / el embalse fue disculpa para los que ya están hartos / de que supriman servicios, nos quiten aguas y campos, / y conviertan a Zamora en terreno vaciado.

Siempre hay peligro de incendios cuando llegan los veranos / mientras expertos advierten que en invierno hay que apagarlos: / con el cultivo del campo, con el ganado pastando, / con personal que mantenga el medioambiente cuidado. / Mas arden montes y bosques, y los pueblos en verano: / pues son pocos los que luchan contra el fuego trabajando.

Este agosto arden los pueblos pero es de indignación: / “Nos sepultan en purines”. En la manifestación / con trajes de Carbajales, se oye con fuerza su voz: / voces de pueblos que quieren mantener la tradición / que da trabajo a su gente, a la que aquí se quedó. / Y que no quiere que llenen la tierra que trabajó / y el aire que respiramos de mierda y de mal olor.

Desde la ciudad de Toro todo el pueblo alza su voz: / “Soterrar la línea aérea, las que son de alta tensión”. / Porque llenan la campiña y la vega ¡lo mejor¡ / de los campos que producen alimentos para “tó”: / buen vino,“tó”, buena huerta. Pues en Toro son de “tó”. / Y si les llenan el campo de torres de alta tensión, / que se gasten unas perras / es lo razonable, “¡tó!”.

“Placa que se ponga acabe como placa levantada” / -dicen de los comunales en las tierras de Sanabria-. / Pues como en Toro las torres deben de ser soterradas, / en Cobreros las comunes son para ser pastoreadas / por quienes han apostado por las tierras vaciadas / para vivir en el pueblo y poner en él su casa, / un huerto que dé alimentos y un pasto que coman vacas. / Y no los huertos solares que sustituyan por placas / lo que son campos de tierra de la tierra trabajada. / ¡Ay! que vuelve a oírse de nuevo: la tierra a quien la trabaja.

Ya cortan la carretera en Bermillo de Sayago / pese al natural tranquilo y hasta a veces resignado / de quienes en la Comarca viven, y siguen luchando / con firmeza pues proceden de ese pastor lusitano / que se rebeló en su día contra el imperio romano. / Y hoy contra la tiranía que les está arrebatando / el derecho a la salud, el derecho a ser curado / si estás enfermo en tu pueblo, y no en el pueblo de al lado. / Que está lejos si en tu cuerpo ya van pesando los años, / si el teléfono funciona sólo encima el campanario, / si el ordenador es chisme que no sé ni manejarlo, / y los que saben no pueden si el tal “wifi” no ha llegado.

Cerca de allí, en Monumenta, el marcador va marcando / los más de quinientos días de consultorio cerrado. / Más lejos, en Pozoantiguo, en Litos… en cualquier lado / en casi todos los pueblos del terreno vaciado / los vecinos se rebelan porque en su pueblo han cerrado / el consultorio y sin médicos ellos siguen enfermando. / Si sanitarios no vienen tendremos que ir a buscarlos, / y si hay que incentivarles pues lo haremos con agrado. / Pues sabemos que es difícil vivir estando alejados / de los derechos que a todos los pueblos hay que llevarlos: /derechos fundamentales a vivir, a ser curados, / a seguridad, a escuela, a vivienda y a cuidados.

Siguen ardiendo los pueblos reivindicando derechos: / indemnizar por la fauna; cobertura de teléfono; / agua potable en el grifo; y poder sacar dinero / mientras tengamos pensiones y para comprar comercios; / motoristas carreteras por donde viajar sin riesgos; / cazadores, más perdices; los ganaderos más precio / para pagarles la leche; bomberos para los fuegos. / Las cosas están que arden ¡Zamora es un gran incendio!

Lo del embalse vaciado se oyó hasta en el Gobierno / de España. Y hasta Zamora vinieron del Ministerio. / De la reunión no se sabe qué compromisos salieron, / pero el debate de fondo al menos sí discutieron. / El de las grandes empresas que hasta esta tierra vinieron / para hacer un gran negocio con aquello que era nuestro: / los ríos, campos y bosques, que sin compensar se fueron / a producir megawatios muy lejos de nuestros pueblos.

Este verano en la zona rural hay un gran incendio: / Como el Motín de la Trucha está prendiendo en el pueblo.

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