En la última Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Zamora, de la que formo parte como vocal en representación del sindicato CCOO, voté en contra de una explotación porcina, una nueva macrogranja para 2500 cerdos, en la localidad de San Cristóbal de Entreviñas, situada en la comarca de Benavente-Los Valles. Este voto en contra no tiene nada en contra del promotor ni de la localidad, es un voto en contra por cuestiones de fondo; seguimos empeñados en fomentar un modelo de ganadería que expolia el territorio, utilizando los recursos naturales y en especial los territorios despoblados (la España vaciada) para rentabilizar una actividad que de otro modo, o en otra ubicación no se permitiría. Una actividad cuyos efectos contaminantes y cuya viabilidad a largo plazo son una autentica incógnita.

En este contexto, la actividad de la Administración es más que decepcionante, resulta lamentable, tanto el cómodo encogerse de hombros y dejar hacer de la Junta, como la inmovilidad e incapacidad normativa del Gobierno de la nación que no ha sabido o no ha querido modificar el marco normativo de un sector tan problemático para las economías rurales y para la vida en nuestros pueblos.

Así pues y volviendo a la Comisión zamorana, un miembro de la misma, representante de la Administración Autonómica, en la última comisión celebrada, ante mi pregunta relativa a indudable acumulación de explotaciones de porcina que existen en la Comarca de Benavente-Los Valles, me respondió que la zona donde se iba a construir esta nueva explotación no estaba masificada.

Me sorprendió que esta persona afirmara tal cosa, porque desconocimiento no puedo creer que lo tenga. Benavente-Los Valles es una zona donde hay más de 30 grandes granjas de más de 2000 cerdos y muchas más por debajo de esa cantidad, que son las que no requieren Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) y no pasan por la Comisión de Medio Ambiente.

Si 60.000 cerdos, tirando muy por debajo, de esas 30 macrogranjas no es masificación, venga Dios y lo vea, y si le añadimos las muchas más por debajo de esa cantidad, que se declaran por debajo de los 2000 cerdos para no pasar la EIA, pues hagamos cuenta del problema que estamos creando de contaminación para un recurso vital: el agua, que habría que preservarlo ante y sobre todas las cosas. No olvidemos tampoco y menos en una comarca como esta de Benavente los Valles, uno de los aspecto contaminantes de estas explotaciones que son más relevantes para la vida en nuestros pueblos, la contaminación atmosférica, pero no las importantes emisiones de gases de efecto invernadero como el metano, óxido nitroso y otros, sino las emisiones de olores que producen estas instalaciones cuando utilizan los purines para el abonado de las tierras y que hacen que el aire en los pueblos del Valle del Almucera sea casi irrespirable…

La masificación que se ha dado en los últimos años, en Zamora y en muchas provincias de España, está orientada a la exportación del cerdo al mercado asiático y muy en especial a China. Es un producto que exportamos y que tiene embebido un fuerte consumo de agua y una carga importante de contaminación que nos queda a nosotros, es algo parecido a lo que hacemos nosotros con innumerables productos chinos que consumimos, de los que ellos soportan la gran contaminación que genera su fabricación.

Además, en el cercano futuro, es muy posible que estalle la burbuja del porcino, porqué¿, pues por que cada año que pase se hará evidente, que este modelo de transportar de un extremo a otro del mundo materias primas, no va a ser posible o sólo se hará con cosas de muy alto valor añadido y todo porque el petróleo está de “bajada” de producción, o de “subida” de precios. Las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía para el 2025, en el escenario que seguimos (sin una fuerte inversión de la industria del petróleo para mantener la producción, y por tanto los precios, en los niveles actuales), no es que sean malas, sino que son peores.

Y así seguimos en Zamora, sin ver más allá de nuestras narices, con un mirar para otro lado triste, y apostando por la parte de la producción agropecuaria con menor valor añadido, más contaminante, más simple y por tanto más peligrosa y con menos futuro.

Ramón Rodríguez Sanz

Vocal por CCOO de la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Zamora