Cuando una puerta se cierra y no se abre es cuando se demuestra la pericia del cerrajero. La frase que me acabo de inventar para darle enjundia a este artículo (cosa que ya sé que no voy a conseguir, por cierto) es aplicable a las situaciones críticas (en plural) por las que está pasando este país. Y no, por desgracia no tenemos cerrajeros experimentados. Todo lo contrario, este país está en manos de torpes dirigentes que son incapaces de gestionar las situaciones complicadas. O lo que es peor: está fallando la estructura social, todos nos estamos viendo rebasados por una concatenación de reveses que no dejan de apretar y somos incapaces de ordenarlos y ponerlos en su sitio.

Es triste, pero es cierto: la gente se muere de covid, tenemos las vacunas, pero somos incapaces de aplicarlas al ritmo necesario para ponernos al día con las entregas. Lo de Zamora es de traca maraca: de las 7.800 dosis que han llegado, solo hemos inoculado 2.915 (los datos fueron publicados ayer por este periódico), ¿alguien, puede explicar, de verdad, lo que está pasando?, ¿si no hay personal sanitario suficiente, no se pueden contratar nuevos profesionales? Por Dios, que poner una vacuna no es una operación a corazón abierto, digo yo.

Nos estamos jugando la vida de muchos españoles y el prestigio como país y estamos fallando. En Reino Unido, según datos conocidos ayer, ya están vacunando a los mayores de 70 años, aquí creo que aún no hemos acabado de aplicar las primeras dosis a los internos y el personal de las residencias de ancianos. Nadie ha dado una explicación convincente sobre el retraso. ¿No se puede vacunar durante las 24 horas del día con los turnos que sean necesarios? ¿Es qué es tan difícil de organizar la campaña?

La aplicación de la vacuna nos está retratando, pero me temo que la ejecución de las ayudas europeas para la recuperación tras la pandemia nos va a desnudar como lo ha hecho Filomena. Un dato. España es el país de la UE que peor gestiona las subvenciones europeas: dos tercios de las ayudas no se gastan. Así nos va: nos pasamos el tiempo presumiendo de patria grande y de patrias pequeñas y mientras, el país se va a la mierda.