No hay derecho a lo que viene ocurriendo un año y otro en pleno invierno y cuando el frío arrecia. Filomena no llegó sola con su mochila cargada con todos los elementos propios de algo más que un temporal. Filomena llegó a nuestras vidas acompañada de una subida de la luz y el gas intolerable e insostenible para las economías más débiles. El precio de la luz se disparaba un 27% en plena ola de frío. La electricidad alcanzaba un nuevo récord llegando a los 16 euros con 81 céntimos por kilovatio hora con la tarifa regulada, frente a los 13 euros con 24 céntimos que pagamos en el mismo periodo del 2020. Los consumidores estamos hasta el moño y un poco más arriba de estas subidas salvajes, cuando más necesaria es la energía. Subidas que, hasta la fecha no ha habido Gobierno que las detenga.

Hablando del Gobierno, en este caso el de coalición, cabe recordar que aunque bien es verdad que fue el Gobierno de Mariano Rajoy el que estuvo detrás de la legislación que permite este tipo de fluctuaciones en el precio de la energía eléctrica, es de recibo pedirle cuentas al Gobierno actual, máximo cuando llevaban años criticando las subidas de la luz que se produjeron mientras gobernaban los populares. Cuando las responsabilidades y los roles del tándem Sánchez-Iglesias eran otros, dejaron para la posteridad dos tuits que ahora se han hecho virales. Dos tuits que los dejan en evidencia y sometidos al mismo juicio al que ambos sometieron al Gobierno Rajoy tiempo atrás. Y eso que aquella subida del 8% que criticó Sánchez en 2014 fue mucho menor que la de estos días.

Las críticas de entonces han tenido efecto boomerang con el paso del tiempo. “Disparar la factura de la luz un día como hoy solo demuestra la codicia de las eléctricas. Si el Gobierno (de Rajoy) lo consiente será cómplice”. Así rezaba el famoso tuit de Pablo Iglesias que bien se puede aplicar al actual Gobierno que, en principio, ha consentido la abultada factura que repercutirá en el bolsillo de los ciudadanos españoles. Porque disparar la factura de la luz en plena ola de frío polar demuestra la codicia de las eléctricas y la inoperancia de otro “Gobierno cómplice”. Ni este, ni el de Rajoy han tenido en sus manos las claves para dar al traste con situaciones como la presente. Parece que todos los Gobierno fueran cómplices de situación tan indeseada.

La indignación de los ciudadanos está plenamente justificada. Es imposible esconderla. Las redes sociales son el mejor botón de muestra. No más codicia y no más Gobiernos cómplices.