Eso de que haya dos varas de medir o que se aplique la ley del embudo en materia de libertad de expresión, delitos de odio, injurias y esas cuestiones, no deja de ser preocupante por el sectarismo con el que se cargan las tintas. Los defensores de la libertad de expresión cuando son ellos quienes clavan el puñal de la insidia, se revuelven feroces cuando son objeto de la misma libertad que preconizan. Para esa gente, no es lo mismo insultar al rey de España, quemar su foto o lanzar cualquier tipo de dicterio contra la Corona, siendo como es el rey jefe del Estado, que hacer lo propio con el presidente del Gobierno o contra quien se está acostumbrando a enmendarle la plana, es decir, su vicepresidente segundo.

Dos tuiteros, de esos que se esconden en el seudónimo para cometer sus atropellos verbales, no tuvieron mejor idea que llamar "perros bastardos" y "ablandabuelas" a los dos guardias civiles asesinados por "Igor el ruso". Se quedaron tan oreados creyendo haber contribuido a la libertad de expresión y a la mismísima democracia. Como se trataba de guardias civiles, habia que masacrarlos incluso despues de muertos, total hay muchos y hay que ofrendar sus vidas al primero que decide cebarse con ellos, agradeciéndole además su contribución al exterminio de los agentes.

Cuando estas cosas suceden, todos confiamos en la Justicia. En esa Justicia independiente y justa que sabe castigar como corresponde al infractor. Sin embargo, la Audiencia de Teruel, donde se han juzgado los hechos, ha descartado que los dos lenguaraces cometieran un delito de odio, más claro que el agua, pero sí considera que incurrieron en injurias a las Fuerzas de Seguridad. Tal procacidad ha tenido un precio: multa de 4.320 euros, insuficiente a tenor de la gravedad de los insultos y el hecho de que los agentes fueron vilmente asesinados.

Si esos mismos tuiteros dicen algo igual o parecido de un miembro del Gobierno, nada digo si es de Podemos, se les cae el pelo y hubieran pedido poco menos que la pena capital para esos 'fachas' manipulados por la derechona. En esta historia ¿quiénes son los fachas? Siento que, a día de hoy, todavía haya especímenes que arremetan de forma tan cruel y salvaje contra miembros de la Guardia Civil, sin duda el cuerpo más valorado y querido por la mayoría de españoles. Vaya una y mil veces mi homenaje de respeto, admiración y cariño a la siempre honorable Guardia Civil.