Hace tiempo que Iglesias tiene ganas de hincarle el colmillo retorcido a España. Es una obviedad. La ocasión se la puso en bandeja Pedro Sánchez al incluir a UP en el Gobierno de España, supeditándose a su voluntad. La actual crisis sanitaria ha hecho el resto. Iglesias nunca ha ocultado sus ganas de tumbar la herencia política de la Transición, quiere borrar de un plumazo, la enorme tarea, el enorme trabajo realizado por los distintos promotores de aquel periodo. Borrar sus nombres del mapa político es su gran sueño, de ahí su empeño en denigrar la Transición con su gran obra política que no fue otra que la constitución de 1978. No es la primera vez que arremete contra la Carta Magna.

Resulta curioso, si no fuera por lo que persigue que, de repente, apele a la Constitución para seguir desmantelando el Estado. No hay que olvidar que el líder de Podemos considera que sólo hay que agradecer a los comunistas que los españoles disfrutemos de una democracia similar a la de cualquier Estado de derecho occidental. Cosa que no ha dudado en proclamar en nombre del Gobierno de España del que forma parte. Y, Sánchez, callado como un zorro, incapaz de hacerle frente, incapaz de pararle los pies, incapaz de detener la deriva y con él, todos los apesebrados que pululan en derredor.

El vicepresidente segundo del Gobierno, ha defendido en Twitter el artículo 128 de la Carta Magna que afirma: "toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general" Este tío ya se ve haciendo de España y en España lo que Maduro hace de Venezuela y en Venezuela. Amplios poderes para hacer y deshacer a su antojo. Yo me pido que su casoplón de Galapagar sirva para albergar a buena parte de los sin techo de Madrid, dadas sus dimensiones construidas y de terreno ajardinado. Lo malo es que el comunismo no funciona merced a la solidaridad. Para el comunista, lo suyo es suyo y lo de los demás a medias. No hay que olvidar que la otrora podemita, Teresa Rodríguez, pidió hace algún tiempo poner los ahorros de los españoles a disposición de una banca pública para la sociedad que lo necesitase. Da pánico escuchar estas cosas. Como si lo que los trabajadores españoles hemos logrado ahorrar nos hubiera venido de bóbilis-bóbilis.

Pablo Iglesias está enredando todo lo que puede y más, aprovechando la preocupación de los españoles por su salud, por la curva ascendente del puto coronavirus y en vista de que el monotema informativo es ese, sin resquicio para contar todo lo que se está dejando al albur de las circunstancias, todo lo que se está ocultando, todo lo que se está callando, todo lo que, sobre todo la oposición, está dejando pasar por miedo a la reacción de la opinión pública que está en su derecho de saber que el día después puede ser mucho peor que el día de hoy. A España no la va a conocer ni la madre que la parió de aquí a un tiempo razonable que no se puede cifrar en una fecha concreta.

No sé si el líder morado conocerá el artículo 33 de la Constitución que dice: "Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia. ... Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes". No hay causa justificada que valga. La única verdad es que el Gobierno está sin un euro y tiene que sacar el dinero de donde sea. Como a este tío le den alas, aviados vamos. Está soltando globos sonda para saber la reacción de los españoles. Pendientes como estamos de la crisis sanitaria parece que hemos perdido la capacidad de hacer frente a lo que el Vicepresidente nos quiere imponer por la fuerza del "interés general".