Problemas sin soluciones a la vista. Esa fue una de las conclusiones de mi presencia hace siete días en Bermillo de Sayago tras haber asistido a la mesa redonda sobre despoblación que organizó "La Mayuela", una asociación integrada por personas sayaguesas que se ha convertido ya en una referencia en la zona con sus numerosas iniciativas culturales a lo largo del año, aunque principalmente ahora, durante la época estival. En un salón de actos casi lleno, con algo más de 100 personas a la expectativa, fue un gustazo participar en un interesante debate con Celedonio Pérez, el periodista que lo sabe casi todo del campo de esta provincia, y con las personas que allí estaban, mirando y escuchando atentamente, aunque no solo, pues al final hubo tiempo para las preguntas, sugerencias, críticas y propuestas sobre uno de los temas que más nos ocupan y preocupan en estas tierras: la despoblación. Y fíjense que digo "uno de los temas" y no "uno de nuestros problemas", pues la diferencia entre una u otra declaración es sustancial.

Si hablamos de la despoblación como el principal problema de Zamora lo lógico sería poner en marcha las acciones o medidas específicas para solucionar eso que hemos identificado con tanta claridad. Porque, si fuera así, mientras no le demos la vuelta a la tortilla será imposible que aquí avancemos o progresemos, como hacen en otras latitudes. Sin embargo, por lo que parece, algo está fallando cuando de este supuesto problema venimos hablando desde hace varias décadas y la situación, lejos de mejorar, permanece estancada o incluso empeora año tras año. Y es que un día sí y otro también nos desayunamos con las cifras del Instituto Nacional de Estadística o de otros informes de centros de investigación que nos indican que seguimos perdiendo población, que apenas nacen chavales, que los jóvenes se siguen marchando a otras latitudes, etc. Por tanto, si el panorama es tan descorazonador como parece, ¿alguien en su sano juicio y con dos dedos de frente puede mantener en público que la despoblación no es nuestro gran problema?

Yo soy uno de esos insensatos que piensa que no lo es. La despoblación y la retahíla de efectos que he citado (caída de la natalidad, emigración, etc.) son una de las consecuencias de los verdaderos problemas de Zamora. Lean bien, porque el matiz es muy importante. Como explicaba el domingo en Bermillo de Sayago, que la población se incremente o reduzca durante un determinado período es el efecto de infinidad de variables económicas, sociales, políticas y culturales. Ahí es donde tenemos que encontrar las razones de por qué aquí perdemos población y otros territorios, sin embargo, incrementan sus efectivos demográficos. Cada vez estoy más convencido de que mientras no seamos conscientes de lo que acabo de escribir será muy difícil darle la vuelta la tortilla. Porque la clave no está tanto en quejarnos cada vez que escuchamos que hemos vuelto a perder unos cuantos cientos o miles de personas. La cuestión fundamental es identificar los factores que conducen a esa "terrible" situación. Pero de esto, ¡ay!, apenas se habla.