La mujer zamorana ha participado muchas veces en los hechos transcendentales que configuran, no solamente la historia de nuestra provincia, sino también en el ámbito universal.

De la villa de Benavente salieron las hermanas Beatriz y Francisca Ordax, acompañando a Alvar Núñez Cabeza de Vaca y otros coterráneos que formaban parte de la expedición de Pánfilo de Narváez para disputar a Hernán Cortés el dominio y posesión del reino de México. Aun que la empresa por sí misma no diera idea del temple del espíritu de estas hembras, las palabras que ellas dirigieron a los vencidos desde una ventana dan la idea de su valor.

Antonio de Herrera y Tordesillas, en sus memorables "Décadas de Indias", donde se recoge la historia más completa de América, centrada en narrar los acontecimientos vividos, sin valorar lo sucedido, sino fundamentalmente en una clara descriptiva, se expresa en estos términos: " Bellacos dominicos, más os pertenecieran las ruecas que la espadas; buena cuenta habéis dado de vosotros; mal hayan las mujeres que vinieron con tales hombres." , y añade el cronista por su cuenta que, yendo a Cortés, le hicieron reverencia y dijeron palabras propias de más que mujeres, loando su valor.

Pánfilo de Narváez, nacido en tierras de Castilla, realizó varios viajes a las Américas; en 1509 fue ascendido a lugarteniente del gobernador general de Cuba, realizando varias expediciones que le llevaron hasta el extremo más occidental de la Isla en 1514.

En 1518, desobedeciendo los mandatos del gobernador Velázquez, Hernán Cortés se embarcó rumbo a México y el gobernador enojado envió a Pánfilo de Narváez en su seguimiento con instrucciones de capturarlo vivo o muerto.

Narváez fue derrotado y herido con una lanza en un ojo por uno de los soldados de Hernán Cortés, y al quedar tuerto fue hecho prisionero y trasladado a Veracruz, donde estuvo cerca de dos años.

Estando Narváez herido, una expedición de más de quinientas personas, entre españoles, negros y mestizos cayó en manos de guerreros de Texcoco. Todos los hombres, mujeres y niños fueron sacrificados con rituales mexicanos. Se ha logrado identificar a unos veinte españoles, ocho mujeres y doce hombres. Los hallazgos incluyen elementos como huesos humanos hervidos, lo que hace pensar que los capturados fueron víctimas de canibalismo ritual.

Pánfilo de Narváez, navegando cerca de la línea de la costa, en las proximidades del delta del río Misisipi, en noviembre de 1528, una tempestad hundió las barcas y arrojó a la costa de Texas a los pocos supervivientes, entre los que no se encontraba Narváez, por lo que se le dio por ahogado junto a la mayoría de los expedicionarios.