Los datos de afiliación real al Partido Popular que hemos conocido con motivo de estas primarias en las últimas horas reflejan que hay una distancia entre la militancia real y la militancia que el partido se ha atribuido durante mucho tiempo. Es un buen ajuste consecuencia del ejercicio de primarias que está realizando la formación que ganó, no lo olvidemos, las últimas elecciones generales. El PP fue durante mucho tiempo muy reacio a aceptar las primarias. La mala experiencia que tuvo durante la época de Hernández Mancha parecía desaconsejarlas.

El modo en el que el partido ha sido desalojado del poder y un excesivo personalismo en la dirección durante demasiado tiempo, provocan que el proceso de primarias en este momento no haya contado con la suficiente serenidad. Pero a pesar de todo, se trata de un proceso positivo. Es bueno que los partidos no estén solo controlados por sus élites, que se acerquen a su militancia y a la sociedad a la que sirven.

Pedro García