El posible pacto en la vista por el saqueo del Palau de la Música, que puede caer como una bomba en la política catalana, ha puesto de manifiesto la corrupción galopante de la antigua Convergencia Democrática de Cataluña. Aquello del tres por ciento que denunció con valentía Pasqual Maragall es una verdad incontestable. Las gentes de Convergencia y otros como ellos, cuando se unen, no lo hacen ni por la independencia, ni por Cataluña, ni por salirse con la suya, ni por provocar al Estado, que también, lo hacen por el 3%. Juntspel 3%, es como debieran ser conocidos los Mas, Puigdemont and Company.

Mucha mierda tiene que haber en la financiación ilegal de la otrora CdC, para que el ex director administrativo de la institución, Jordi Montull, haya puesto tan sumamente nerviosos a estos mamelucos independentistas que gobernaron Cataluña como si de su masía particular se tratara. Montull está dispuesto a cantar La Traviata, si la fiscalía se lo pide, pero con argumentos verificables y papeles de por medio, si de esa forma consigue una rebaja en la pena de prisión y sobre todo, evitar que su hija Gemma, también procesada, ingrese en la cárcel durante 26 años. Es la pena que le piden.

La adjudicación de obra pública en Cataluña en los últimos gobiernos de Jordi Pujol y el tripartito ha estado manchada durante muchos años por la sombra de la sospecha que ahora se ha materializado definitivamente. Félix Millet, presidente del Palau y su mano derecha y director administrativo de la institución, Jordi Montull no son tontos. Saben sobradamente que los han dejado solos ante el peligro. Que Pujol, Mas, Homs y esta gente se van a lavar las mano y si les aprietan mucho, les señalaran con el índice acusador. Porque Pujol, Mas, Homs y compañía, es decir, el ex conseller Felipe Puig, Pere Macias, Jordi Turull o Joaquim Nadal acostumbran a pasar los marrones a los otros, ellos están impolutos.

El desvío de fondos del Palau de la Música, el destino que se dio a ese dinero y el papel de CDC, el partido de ArturMas, en el presunto cobro de comisiones a cambio de adjudicación de obra pública, son hechos incuestionables a día de hoy. Sólo hace falta que Montull los corrobore para dejar al descubierto a tanto sinvergüenza como ha cobijado la política catalana. Gente que deja convertidos en hermanitas de la caridad a los Gürtel, los Nóos, los Invercaria, Malaya, Marea, Mercasevilla, Pokemon, Punica y todos los demás. A Convergencia le salen los casos hasta por las orejas. Caso Adigsa, caso Banca Catalana, Caso Campeón, Caso Clotilde, Caso ITV. Pero es que repasando los

casos he descubierto que Compromís tiene los suyos, como los tiene ERC. Vamos, el que esté limpio de culpa que lance la primera piedra.

Solo Mas se atrevería a hacerlo, mientras Jordi Pujol abriría la boca para amenazar y Homs para barruntar la caída del imperio romano, no, perdón, quise decir la caída del Estado español. Los independentistas de Mas y Pujol pusieron el 'caganer' a hacer lo propio y hay que ver lo suelto que ha estado y está el pobre, los ha inundado de mierda, con perdón, hasta un poco más arriba del cuello. Si es verdad que la Justicia es igual para todos, a ver si de una puñetera vez la caterva esta de Juntspel 3% empieza a tomar contacto con el banquillo de los acusados, no sólo por sediciosos, sino también por corruptos.