T ratamiento sesgado", "manipular", "tergiversar", "se falta" o "se oculta" la verdad, "parcialidad impropia de cualquier periodista que se precie", "se quiere crear una polémica histórica", "intentar confundir al lector"? Uno se siente abrumado cuando lee en su propio periódico tal colección de alabanzas hacia su labor (ironía, por si no se entiende). Aparecen reunidas en La columna del lector de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA el pasado martes bajo el título "Sobre las andas de Luz y Vida". Se trata de un escrito de "réplica y aclaración" sobre la información que un servidor ha redactado en estas páginas acerca de las andas de la Hermandad de Jesús de Luz y Vida que firma José Luis Cabello García en nombre de "Grupo de hermanos de fila y carga de Luz y Vida".

Me dejan un poco frío porque el señor Cabello García precisa que estos calificativos son imputables "solamente" a "su redactor José María Sadia" y, por lo tanto, me hubiera gustado escucharlos en persona del propio firmante. Yo no le conozco, señor Cabello García, y por eso le respondo en estas líneas. A un servidor sí lo conocen en las páginas de este periódico, donde informa de manera frecuente de lo que ocurre en nuestra Semana Santa (y de unas cuantas cosas más) y puede interesar a los lectores. De cómo lo hace no le voy a hablar yo: supongo que ya lo habrán hecho los cientos de artículos publicados y la dirección o coordinación de una decena de revistas monográficas en quince años de profesión.

Siento decepcionarle, pero no me reconozco en las palabras que me dedica. Y me resulta curioso que confíe la verdad del problema de la Hermandad de Luz y Vida al mismo medio que, según usted, me permite "manipular" y "tergiversar" la información al respecto. Aunque, por lo que deduzco de sus palabras, a usted y a las personas a las que pone voz les molesta que les llamemos "críticos" de la Hermandad de Luz y Vida. Entiendo que "críticos" son aquellas personas que realizan una crítica, en este caso, a la directiva de la hermandad porque entienden que no lo está haciendo bien. No se enfade por eso. Ser "crítico" con algo, más en esta tierra, es un valor, no un demérito.

También veo que le irrita que no publicáramos de manera idéntica el comunicado que enviaron al periódico sobre las andas de la hermandad que fotografiaron en un taller de Villaralbo. ¿Se imagina un periódico hecho de "comunicados íntegros"? Por cierto, al día siguiente lo incluimos en nuestra web junto a la información publicada en el diario de papel para que el lector pudiera consultarlo. Las imágenes de las andas al descubierto nos llamaron la atención y pensamos publicar una en portada, para lo que enviamos a uno de los fotógrafos a Villaralbo, pero ya no había rastro de ellas. Al día siguiente añadimos aquella imagen para constatar que la estructura se había retirado y oí decir a una persona, supongo que de su grupo, que habíamos acudido "por desconfiados". A mí las fotos me parecieron auténticas desde el primer momento, pero quizá deba explicarle a esta persona el concepto "contrastar" del que habla.

Leo "se falta a la verdad cuando se hace eco de lo manifestado por la junta directiva". Y esto, sinceramente, es lo que más me sorprende. Me da la impresión de que usted quería que publicáramos las fotos que habían tomado de las andas, pero no que los lectores escucharan aquello que tenía que decir al respecto la directiva que, por cierto, es la que representa de manera oficial a todos los hermanos.

Con respecto al enconado enfrentamiento que mantiene su grupo y la directiva de Luz y Vida (o viceversa), solo le pido que no me haga partícipe. Personalmente, le confieso que la situación actual de la Hermandad solo me produce un sentimiento: lástima. Sí que estoy de acuerdo, como creo que apunta en el párrafo final, que resulta "penoso" tener que dirimir los problemas internos en las páginas de un medio de comunicación. En mi última conversación con el presidente, Jesús de la Concepción, le comenté esto mismo, que el futuro de Jesús, Luz y Vida no se juega en los diarios, sino en los órganos de la hermandad y en la casa a la que pertenece, el Obispado. Él me dijo que estaba de acuerdo. Cordialmente, José María.