Si primeramente se ha comentado desde círculos políticos la conveniencia de celebrar al mismo tiempo y en una misma y única convocatoria las elecciones municipales, regionales y generales que han de efectuarse el año próximo, por razones económicas principalmente, lo que sería una gran decisión, ahora con lo que se está especulando es con la posibilidad de que Rajoy adelantase los comicios municipales. A noviembre, teniendo en cuenta que el ilegal referéndum sobre la independencia de Cataluña nunca se va a celebrar según reitera el Gobierno tras el encuentro del presidente con Mas.

Aunque no parece en absoluto probable, tampoco sería tan de extrañar, pues el miedo es libre y la preocupación es mayor cada día que pasa ante el avance de las emergentes formaciones de izquierda a la izquierda del PSOE, con nuevas fórmulas y maneras de entender y ejercer la democracia y se presume que llegado el caso también el gobierno, aunque a saber. Porque la norma que se intenta validar, de momento con mociones municipales, para que el candidato más votado ocupe la Alcaldía, se sabe que tiene muy escaso recorrido. Un grupo en minoría y sin apoyos no puede gobernar mucho tiempo.

Y desde el otro lado, y al margen de lo que haga y hasta donde llegue un PSOE que pese a su renovación no da la sensación de que vaya a contar mucho en las venideras elecciones, las primeras impresiones que se reciben de Podemos y otros grupos afines a la polémica formación de Pablo Iglesias -que también preocupa a PSOE y a IU- marcados todos por el signo de la izquierda radical y sin concesiones, permiten conocer que las nuevas estrategias de cara a los comicios municipales y autonómicos se han puesto en marcha ya, aunque su posible eficacia en las urnas quede por comprobar.

Para estas elecciones más cercanas, sean en noviembre o ya en 2015 como corresponde, han saltado a la palestra en las principales capitales del país unas plataformas que con el slogan de Ganemos pretenden una forma de participación directa de los ciudadanos, de cualquier ciudadano, que a través de elecciones primarias serán elegidos democráticamente y completarán candidaturas que optarán a ganar el mayor número posible de ayuntamientos. O sea, que puede haber un Ganemos Zamora. Al parecer, y según se dice, detrás del asunto está Podemos, diversificando el asalto a través de su particular manera, entre el populismo y la demagogia, de hacer política en un país que puede resultarles el marco más idóneo dado el grado de hartazgo y la desafección de la sociedad con los partidos habituales. Así que el Gobierno, y esa sería la razón, podría en teoría adelantar los comicios para tratar de evitar que Podemos consiga montar el aparato necesario para hacer acto de presencia en todas las partes, algo que no representaría ningún problema, sin embargo, ni para el PP ni para los demás. Claro que tendrá el presidente que tener en cuenta lo que le pasó en el 82 a Calvo Sotelo que convocó elecciones en verano para perderlas de manera estrepitosa ante el arrollador PSOE de Felipe González. El adelanto, posible pero no probable, se quedará en mero rumor político y especulación veraniega.