Defensa Animal Zamora aplaude la noticia relativa a que el Parlamento Gallego insta a la Xunta de Galicia a prohibir, mediante ley, el acceso de menores de 12 años a los espectáculos taurinos, por el avance en los valores éticos que supone en la sociedad, aunque reclama una prohibición más acorde con el sistema español, de manera que la ley amplíe su aplicación a todos los menores de edad.

Primero: la información que las asociaciones defensoras de los derechos de los animales como individuos capaces de sentir ofrecen, no son ataques contra las expresiones culturales de la nación española. Los taurómacos manipulan a la opinión pública cuando tratan de identificar a las personas que están en contra de las corridas de toros como gente que emprende campañas sistemáticas y planificadas para vaciar de contenido elementos que forman parte de nuestra cultura e historia desde nuestro origen como pueblo. La tauromaquia, en su origen, se instaló en toda Europa, pero gracias a la Ilustración, que dejó su semilla en todos los países menos en España, fue erradicada.

Segundo: recuerden que la fiesta no es para todos. Y que no es nacional, por mucho empeño que se ponga. Está muy arraigada, así que saquemos este quiste cuanto antes. Pero con información. Desde DAZ nunca hemos vejado a nadie, por lo que, el foro taurino de Zamora, al suscribir esas palabras, nos insulta, nos falta al respeto y miente. Estamos en contra de cualquier tipo de violencia, y ello incluye a las personas que asisten a las corridas de toros.

Tercero: la tauromaquia no tiene categoría superior a la de cualquier bien de interés cultural, y el hecho de que su asentamiento sea anterior al nacimiento de España, no es criterio suficiente. Ridícula sí que es la deducción.

Cuarto: esta democracia que tanto cacarean es el mecanismo que los padres están utilizando, a través de sus representantes en el Parlamento Gallego, para que sus hijos no puedan entrar en las plazas de toros aunque estos quisieran. Igual que se prohíbe el alcohol a los menores y no decimos que dejemos que sean los padres de cada niño los que decidan si pueden beber o no.

Quinto: el equilibrio moral de un individuo se pone en duda en cuanto acepta como prejuicio una tradición, sin someterla al juicio de la razón, que atenta contra la integridad física y psicológica de alguien con capacidad de sentir: un mamífero. Una corrida de toros aporta un número extraordinario de valores, sí, valores de una ética a erradicar y de una estética anacrónica, chulesca, abusadora, machista y cruel, que la viste de respeto hacia una identidad del toro inventada desde el más vergonzoso antropocentrismo moral, que la disfraza de competición y de democracia, una democracia que no tiene en cuenta a las víctimas.

Sexto: a los estados les corresponde establecer normas de protección para los niños, y que prevalecerán sobre el derecho que los padres tienen para transmitir la cultura entre la que viven si así lo demanda la mayoría. Actualmente, la mayoría quiere que las corridas de toros sigan existiendo, pero si mañana el Parlamento Gallego decide que los niños menores de 12 años no pueden asistir a una corrida de toros, habrá sido una elección del pueblo a través, repito, de los cauces democráticos establecidos y que representarán a la mayoría. ¿O solo hay democracia cuando los resultados les favorecen?

Esta es la razón gracias a la cual la cultura del siglo veintiuno no es la misma que la del siglo doce ni será la misma en el siglo veintidós.

Por todo lo anteriormente expuesto:

Aplaudimos que el Gobierno español respete todas las iniciativas y actuaciones que de manera pacífica, popular y a través de los cauces democráticos se lleven a cabo, como es la instancia del Parlamento de Galicia para que las nuevas generaciones sigan avanzando en la búsqueda de la nobleza, ampliando cada vez más el círculo ético hacia todos los seres capaces de sentir dolor, aunque ello suponga derribar prejuicios como el patrioterismo o la defensa irracional de identidades formadas al servicio de minorías. Instamos a los aficionados a la tauromaquia a que reflexionen y atiendan a las informaciones que respaldan el hecho de que estemos en contra de cualquier expresión que suponga el maltrato a un animal. El actual Gobierno de todos los españoles puede y debe permitir un análisis del mundo de la tauromaquia, y desde esta provincia, incipientemente defensora de los derechos de todos los que sufren, nos vamos a encargar.